domingo, 27 de noviembre de 2022

Glosa a LA CIUDAD DE ORO de Ramón Badaracco.

(este escrito es del 2013 … y estaba guardado por allí en mi computadora. Con todo respeto lo traigo para conmemorar el día supuesto de Cumaná y mi amistad con Ramón Badaracco./ Cumaná 27-11-2022)
 

Badaracco: El puerto histórico de Cumaná toca la leyenda por su antigüedad, es la historia del nauta que cuenta Bartolomé de Las Casas en 1521, y repite Juan Manzano Manzano, en 1972. Es el puerto de que hablan Ángelo Trevisan y López de Gómara, en 1494, y todos los cronistas de indias y expedicionarios que siguen la ruta de Colón. Cumaná es leyenda e historia, es el lugar sagrado de los primeros mártires cristianos, y tal vez de la primera misa.

Rommel: A finales de 1513 o principios de 1514, dos frailes dominicos: Fray Francisco de Córdoba y Fray Juan Garceto, fueron martirizados en la costa de Cumaná abajo; todos entendemos al leer también a Pedro de Cordoba que se trata de Santa Fe. Ese primer martirio no sucedió en la misión Franciscana de la boca del Río Cumaná. Bartolomé de las Casas bien lo reseña; no sé cuáles razones o documentos tiene R.B. para mover los hechos hasta Cumaná. Y si el martirio fue en Santa Fe, es de suponer que también allí se hicieron las primeras misas en la Tierra Firme.

“…fray Francisco de Córdoba, y el hermano fray Juan Garcés, lego, fueron su viaje, y díjose que con alegría iba cantando aquello de David: Montes Gelboe nec ros nec pluvia cadat super vos, ubi ceciderunt fortes Israel. Llegados a tierra firme, salieron en cierto pueblo, que por mi inadvertencia no procure saber, cuando pudiera, como se llamaba, él debía ser, según imagino, la costa de Cumaná abajo. Los indios los recibieron con alegría, y les dieron de comer y buen hospedaje, a ellos y a los marineros que los llevaron, y después de que los marineros descansaron, tornaronse á esta isla, de donde los oficiales del Rey los habían enviado”. Ver: Fray Bartolomé de las Casas. Historia de Las Indias. Imprenta de Miguel Ginestas, Madrid. 1875. Tomo IV, Pág. 42.


Badaracco: Todos los pueblos tienen derecho de escribir su historia; es decir no necesitan que vengan a escribirla historiadores de otros pueblos, sobre todo aquellos interesados en menoscabarla, en cambiarla, en beneficio de la historia de sus pueblos. Nuestra historia de la fundación ha sido hecha y escrita por dos santos maestros: Bartolomé de Las Casas y Pedro de Córdoba, con eso nos basta.

Rommel: Me pregunto: si estamos claro que Bartolomé de las Casas y Pedro de Córdoba nos legaron la crónica de nuestro inicio: ¿entonces por qué deformarla o adornarla?

Dice Arístides Rojas:

Nuestra historia no ha sido todavía escrita … pero hemos llegado ya a la época en que deben aglomerarse todos los datos, aclararse los puntos dudosos, rechazarse las fábulas, estudiarse los pormenores a la luz de la filosofía, cotejarse, restablecerse las épocas y descubrir el verdadero carácter, tendencias, influjo de cada uno.” En: Arístides Rojas. Introducción a las Leyendas Históricas de Venezuela, Edición Privada, Caracas Imprenta de la Patria, 1890.

 

Badaracco: Cumaná fue la primera ciudad fundada y desarrollada por el Imperio Español en el Continente Colombino. La primera en el continente donde un pueblo indígena, los Kaimas, aceptaron unirse a los colonizadores españoles, para formar una ciudad. El primero en toda América, porque en otros sitios anteriores a Cumaná, se intentó la misma conquista que se llevó a cabo en las islas del Caribe, una conquista sangrienta y esclavizadora. 

Rommel: Antes de Cumaná se iniciaron otras asientos y pueblos, lo relevante de Cumaná es haber pervivido y existido sin solución a pesar del clima, de los terremotos, del río y de otras desavenencias que incluso tienen que ver con su carencia de historia documentada y el amor por lo patrimonial. Como ejemplo: los cumaneses no sólo ignoran donde nació la ciudad, también ignoran donde nació el más grande de los héroes del panteón cumanés: el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Ahora bien, sus KAIMAS son uno de los pilares de mi crítica. Los historiadores y científicos de la Costa de las Perlas (región de la Tierra Firme) hablan de Parias, Chaimas, Tagares, Guaiqueires, Tomusas, Palenques, Chacopatas, Piritus, Cocheimas, Topocuares, Characuares, Coacas, Cores, Kariñas, Chotos, Cumanangotos, Salivas, etc., además de los invasores Caribes y de los anteriores a ellos, los arahuacos (o arawacos) ¿De dónde saca esos incognitos KAIMAS? Esos Kaimas no fueron reportados por aquellos que vieron y reconocieron lo que aquí había en el siglo XVI, entre ellos: Castellano, Bartolomé, Ocampo, Castellón, Montesinos, Serpa, De las Varillas, etc. ¿Cómo desaparecieron sin dejar rastros en los siglos subsiguientes? Usted dice que fueron “los KAIMAS los que aceptaron unirse a los colonizadores españoles”, lo que no se corresponde con la realidad: los únicos indígenas en los alrededores de la misión franciscana de Cumaná, reportados por las Casas y los sucesores cronistas, fueron hombres de la nación Guaiqueries y Chaimas. A los cuales los conquistadores bautizaron con el remoquete de “guatíos”; que significaba pacíficos, leales, amigos y serviles. Lo que no quiere decir que les faltó arrojo y valentía para legarnos estas tierras al defenderla de los invasores Caribes: En el mar aledaño a Cumaná, le sorprendió el amanecer a los Caribes, compitiendo con los castellanos por los mismos objetivos (alimentos, esclavos, y subyugación).

 

Badaracco: Esta es nuestra verdad histórica y así debe ser respetada y promovida; no pensamos en restarle méritos a ningún pueblo de Venezuela ni de América, pero la historia es la historia, y es inmutable cuando está probada con documentos y bendecida por testigos fehacientes, y obedece a reglas, aunque se preste a interpretaciones y equívocos más o menos justificables.

Rommel: Siempre la verdad será compañera de la razón. Lo que falta mostrarnos son los documentos fuentes probatorios de algunas de sus aseveraciones. Como, por ejemplo: Los incógnitos KAIMAS. Y prueba no es aquella que proviene de la boca o de la mano de otro actor posterior a los hechos; como por ejemplo en el caso de Tavera Acosta con su libro Venezuela Pre-Coloniana; (Lit. y Tip. Casa de Especialidades, 1930).

 

Badaracco: La historia de la formación del pueblo de Cumaná, constituido por los indígenas de la tribu Kaima Caribe, los misioneros dominicos y franciscanos de Pedro de Córdoba, la servidumbre, la protección militar, los obreros especializados españoles, que se emplearon para la construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista y la explotación de la Sal y las perlas, y los templos que ordenó construir el Rey Fernando, etc.   y muchas familias españolas dedicadas a la explotación de perlas, que ya estaban radicadas en Puerto de Perlas, más toda aquella gente que fue ignorada por cronistas e historiadores, debido a la prohibición establecida por La Regencia, en la Cedula Real del 3-09-1516 que establece: ‘’Para que en cuanto a la voluntad de su Alteza fuere, ninguno vaya ni pase a la costa de las perlas donde están los dominicos- La reina y el rey. (Se copia más adelante).

Rommel:  Ya hemos avanzados con lo de los KAIMAS, pero Dr. Ahí es donde viene el arroz con mango, como se puede mezclar a la tribu que supuestamente recibe y hace buen trato con los conquistadores castellanos, con los indios Caribes. Los reyes de Castilla y de Aragón desde el inicio hicieron la guerra a los Caribes. El mote de Caribe era suficiente argumento para esclavizar a un indígena, a una tribu completa, o exterminar a un territorio. Los cumaneses originarios nada tienen que ver con la nación Caribe. Doscientos años antes de la llegada los españoles, se presentaron los Caribes: a hacernos la guerra y el pillaje. Una buena parte del pueblo Chaima   buscó refugio en las montañas de la Serranía Interior, donde en los subsiguientes siglos fueron alcanzados por los misioneros. Y los que se quedaron en la medianía del Golfo de las Perlas (en nuestro caso, Guaiqueríes, Chaimas, Tagares, y otros) subsistieron a pesar de su inferioridad para enfrentarlos, alertas al grito ¡Vienen los Caribes! Querido Ramón, a los muertos también hay que tenerles respeto; no podemos unir, ni en juego, a los Caribes con los Chaimas o con los Guaiqueríes; ofendemos con ello a los uno y a los otros.  Afortunadamente el yugo físico con iberia ha desaparecido, sólo nos queda el idioma y el yugo cultural; que nos es tan propio, como lo fueron los reyes españoles en los siglos subsiguientes para los habitantes de los “pueblos de indios” aledaños a Cumaná (Guaiqueries y Chaimas):  Altagracia, El Socorro, y San Juan.  Más nunca fue rey español alguno, rey de los Caribes.

“Mirar de través a un Caribe es pegarle y pegarle es matarlo o exponerse a que nos mate. No hacen más que lo que quieren, cuando ellos quieren y cómo lo quieren. [recopilado por Labat, en: Señore del Caribe. Brito García, L. Pag. 13]

Respecto a “toda aquella gente que fue ignorada por cronistas”, usted tiene toda la razón. Más quisiera agregar, que toda aquella gente que se quedaron e hicieron de esta tierra su propia patria, fueron nuestros abuelos; tanto como los indígenas y los esclavos traídos del África. A todos ellos debemos aceptarlos con sus aciertos y desaciertos, lo que implica replantearnos ante la historia como heredero de dolor, crímenes y glorias; y también de sus genes y de su sangre que a torrentes fluye en nuestras venas.

 

Badaracco: Cumaná o Puerto de Perlas, en la isla de la desembocadura del río se inició mucho antes de la llegada de los dominicos al puerto de la desembocadura del río Chiribichií, la última luenga, como dice Las Casas (Pag. 81, Tomo I, de su Historia de las Indias) y lo repite el sabio carupanero Bartolomé Tavera  Acosta, con pequeños errores de escritura en esta palabra,  en su obra “Historia de Carúpano” páginas 31 y 37: donde dice:

 

 “Cuando sus primeras incursiones en tierra firme en la vecindad del río Chiripichi o Chiribichi, cuyo nombre cambiaron los españoles por el de Manzanares”; y en la 37, lo repite, también con error, como todos los demás que lo han mencionado, por ser difícil de precisar por el oído, cuando dice:

 

 “En la península pide al Rey la conquista y población de Guayana y Caura, lo que le fue concedido. En 1569 funda Cumaná a orillas del río Chiripiche el 24 de noviembre…”

Rommel: Alto allí doctor. Usted cita a De Las Casas: “antes de la llegada de los dominicos al puerto de la desembocadura del rio Chiribichií…”, pero no es eso lo que él dice, Bartolomé escribe específicamente: los dominicos fueron al pueblo de Chiribíchi, la penúltima luenga, al cual nombraron Santa Fe. Eso lo escribió un hombre que visitó estas tierras a pocos años de los sucesos, lo dice el bachiller Bartolomé de las Casas: participante y escritor de una extensa obra sobre los primeros hechos en la tierra de gracias… y usted le cree a Tavera Acosta, que desde una silla en Carúpano escribió cuatrocientos años después basándose sólo en su interpretación de los hechos. Le transcribo fielmente a Bartolomé, edición de 1875 (pero tengo copia digital del manuscrito original De Las Casas; por si duda de esa edición):

“Salidos de aquesta isla el Padre dicho y el Clerigo, el padre fray Pedro de Córdoba, prosiguió su viaje para tierra firme, con cuatro o cinco religiosos de su Órden, muy buenos sacerdotes, y un fraile lego, y tambien con los de Sant Francisco; los cuales, puestos en tierra firme, á la punta de Araya, cuasi frontero de la Margarita, desembarcáronlos con todo su hato, y dejáronlos alií los marineros. Los franciscos y dominicos hicieron muchas y afectuosas oraciones, y ayunos y disciplinas, para que nuestro Señor les alumbrase dónde pararian ó asentarian, y, finalmente, los franciscos asentaron en el pueblo de Cumana, la última aguda, y los dominicos fueron a asentar 10 leguas abajo, al pueblo de Chiribíchi, la penúltima luenga, al cual nombraron Sancta Fe”. Ver: Fray Bartolomé de las Casas. Historia de Las Indias. Imprenta de Miguel Ginestas, Madrid. 1875. Tomo IV, Pág. 275.

 

Badaracco: Cumaná ya era un pueblo también antes de iniciarse la construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista, que se construyó por necesidad de proteger a los pobladores españoles y de otras nacionalidades, que concurrieron a explotar la riqueza perlera en sus mares, como lo dice el científico galardonado, Dr. Cesar Lodeiros Feijó, poblada nada menos que por los Señores de Canoa, que pagaban el quinto real.

Rommel: Me pregunto si ahora el Dr. Lodeiro es fuente documental de los hechos del siglo XVI. Ni Tavera, ni Lodeiro, ni Badaracco, ni Rommel … lo que nosotros digamos no tiene peso en los hechos … por ello es que hay que citar sólo la fuente documental o cartográfica. Y si tomamos la cita de otro que a la vez cita la fuente, hay que hacer la advertencia. Para no cometer un sacrilegio histórico.


Badaracco: Pero hay un empeño en trastocar los hechos, no sé con qué propósito. Y me pregunto yo ¿Dónde estaban los indios Kaimas? Porque en Cubagua ni en Margarita los había. O es que acaso por esos tiempos existía en Cubagua un puerto poblado que se les ha escapado a los cronistas de la antigua provincia de Venezuela?. Existía por estos contornos un Paraíso como Cumaná, o más atractivo aún, con indígenas amigos y colaboradores que yo desconozca?  Por supuesto que los indios estaban en Cumaná, y todos esos historiadores y cronistas que se hacen los que no saben, si saben que los conquistadores no podían formar pueblos sin indios, sin iglesia, sin mujeres, sin agua, sin mano de obra; ni explotar perlas, ni pescar grandes cardúmenes para su alimentación, ni explotar la piedra de Araya, ni negociar el maíz, el casabe, los caracuríes, y esas minucias, que ellos ambicionaban, que solo encontraban en su pueblo amigo de Cumaná.     

El fuerte se construyó no solo para proteger el agua para Cubagua, isla desierta en esos tiempos; cuando se ordenó su construcción en 1504, cuando se hizo imperativa, pero es verdad, su construcción se tardó a despecho del Rey, hasta 1520.

 

Rommel: Apartando lo de la Torre que lo trataremos más adelante, lo demás puede ser cierto Dr., pero no más KAIMAS, no le quite la gloria a GUAIQUERÍES y CHAIMAS…

 

Badaracco: El cronista margariteño Verni Salazar, en su obra Aproximación a la biografía del Capitán de Navío  Antonio Díaz, nos dice: "A principios de 1513 los jueces escribieron al Rey que no han encontrado una persona dispuesta a emprender la población de Cubagua, Fernando les contesta que sigan ocupándose del asunto y que él también buscará interesados en Castilla".

Rommel: La fuente de esta afirmación de Verni Salazar, se puede conseguir en las Cédulas Reales que se emitieron para contestar a Diego Colón y a los oficiales reales:

-Archivo General de Indias. Indiferente General 419, libro 4, fo. 162. y fo. 207. En el estudio preliminar de Otte al Cedulario de la Monarquía Española Relativo a la Isla de Cubagua. Tomo I. Caracas 1984, pp. XVIII

 

Badaracco: Al establecerse el rescate regular de las perlas en Cubagua, según afirma Gonzalo Fernández de Oviedo, ‘’Para 1517 había españoles, aunque pocos, por lo que se infiere que es definitivamente en este año cuando se comienza con la explotación perlífera en Cubagua y ya en el golfo de Cariaco estaba las granjas perleras, y traían esclavos negros para explotarlas, según reconoce Ricardo Castillo Hidalgo, y no tenían interés en ir hasta Cubagua. 

 

Muchos son los historiadores que citan a Margarita como si fuese un puerto o un pueblo, no se dan cuenta de su dimensión, entre ellos Ricardo Castillo Hidalgo. Los Señores de Canoa eran los dueños de todos los placeres de perlas de nuestros mares cercanos a Cumaná, ellos llenaban sus grandes barcos y volvían con sus cargamentos al puerto no se escapaban como hicieron después que decidieron mudarse para Cubagua en 1521.

 

También dice el ilustre cronista del Municipio Antonio Díaz,  que el asiento y hato que poseyó Don Marcelo de Villalobos en Margarita, en el Valle de San Juan, que es sin duda el primer establecimiento Español en Margarita.  Y anota: ‘’’Este Valle de San Juan que ya para 1525 se había convertido en hato como lo relata Pablo Ojer en su libro “La Formación del Oriente Venezolano’’

 

Rommel: En lo de perlas en Cubagua todos coinciden, incluso los científicos que como Lodeiro estudian su hábitat y su biología. Con respecto a las perlas en aguas próximas a Cumaná, tendríamos que afinar el concepto de lo próximo. En aquella soledad, no creo que Cubagua o sus placeres perlíferos se considerasen distantes a Cumaná. Pero en esto hay mucha tela que cortar; respeto sobre manera la investigación de Castillo Hidalgo y valoro su opinión al respecto, pero hay que investigar más profundo para asegurar que los placeres primarios estaban en Cumaná y no en Cubagua. Porque al igual que en el golfo de Paria, en las aguas del interior del golfo de Cariaco no se han reportados placeres perlíferos susceptibles a la explotación. Que hable la ciencia y la historia para que nos ilustren en este tema… lo que sí es seguro es que antes como ahora, los Señores de Canoa eran los dueños de todo … espero que en el futuro próximo eso también pueda cambiar.

 

Badaracco: La fundación de Cumaná la han convertido en una tela de araña, porque no leen a Bartolomé de Las Casas, a Pedro de Córdoba, a Manzano Manzano, Por eso  a mí me gusta hablar del largo proceso fundacional de Cumaná, por  tantos hechos que lo ilustran, ya que su poblamiento se inició  1504 con la Cédula de construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista, y el trajín de los arquitectos, especialistas y obreros, que tardó,  porque antes hubo de encontrarse las canteras de piedra de Araya, organizar su explotación y contratación de la mano de obra Kaima, que al principio fue asalariada; que hicieron posible la construcción del fuerte que vemos en los dibujos de Castellón,  y esa es la fecha en que se inició la población por españoles del puerto de Cumaná, que ya estaba poblado por los Kaimas caribes, del gran Cacique Cawaná, Don Alonso, que ahí construía sus barcos, como lo cuenta Las Casas. Él era el mayor constructor de barcos de su reino. 

 

Rommel: Estimado Ramón, si no fuera por los KAIMAS y CAWANA y las otras cosillas anteriores, esta ciudad que tanto ha querido, tendría en usted el principal pilar para entender el largo proceso fundacional que ha experimentado. Incluso pienso que la historia no debe detenerse por minucias como hombres y nombres. La historia mira las naciones, los pueblos que habitan regiones y su interrelación entre ellos y con otros. Que buen regalo sería para Cumaná si un grupo de ciudadanos preocupados por su historia pudieran escribir con letras de oro (usando palabras suyas anteriores) la gloria y las miserias de su pasado. Eso fue lo que le tomé literalmente cuando con tanto entusiasmo nos sugirió insistentemente la idea de la ahora Academia de la Geo Historia del Estado Sucre.

 

Badaracco: Sin embargo, nosotros estamos obligados por las ordenanzas municipales, y nos conformamos con historiar desde la impetración de las misiones dominicas y franciscanas, por seguir a nuestros padres, que vinieron a poblar con indios y por cierto que el cacicazgo de Cawaná, era ‘’POBLANTISIMO’’ como lo dicen Trevisan, López de Gómara, Colón, y describe López de Las Varillas; entre otros.  

 

Por ser poblantísima y ser un reino, o cacicazgo, se fundó la primera escuela en tierra firme del continente, y se inicia el proceso de transculturización y fusión de culturas, y por tener tanta información trascendente; y porque en ese enclave se inició el milagro que he llamado “El Beso de Dios”, la fusión de las dos grandes culturas: la cultura occidental y cristiana y la cultura del Nuevo Mundo, dos culturas milenarias, sintetizadas en una escuela. La impetración de las misiones dominicas y franciscanas en 1515, hicieron ese milagro; y alrededor de las cuales creció la ciudad de Nueva Córdoba.  El Cawaná, que quiere decir “gran río” de donde indudablemente viene el nombre de Cumaná; palabra del idioma Chotomaimu, o sea el más utilizado. Cawaná Kiribikií, el gran río Kiribikií –pronunciación Kaima-  de esta provincia española de Nueva Andalucía o Cumaná, que fue la primera ciudad que fundó y desarrolló el Imperio Español en el continente americano. Ciudad Sagrada, a la cual no se accedía fácilmente.   

Rommel: Dr. présteme nuevamente el libro: Venezuela Pre-Coloniana de Tavera Acosta.  Y de antemano le digo que prometo no devolverlo. Es el culpable de que usted haya tomado ese derrotero que lo acerca más al Nepal que a Cumaná… No sé qué más pueda decirle, pero si borrase los nombres que he resaltado en rojo en su texto, casi como por magia se convertiría en un valioso texto para el debate de la historia de Cumaná. A pesar de que la interpretación es libre, usted como cronista está obligado a respetar la verdad. Bien sabe que la historia de Tavera está todo chueca y desgarbada.

 

Badaracco: Veamos cómo nos lo cuentan los regentes de España, antes de que Carlos Primero ocupara el trono y se valiera por sí mismo.  Porque el Rey Fernando, que murió en enero de 1516, y Carlos I era menor de edad, los Regentes nos cuentan cómo se inició la fundación o poblamiento de Cumaná en el Puerto de Las Perlas, aunque el Rey Fernando ya había ordenado construir un fuerte en ese paraje primigenio, desde 1504; veamos:

 

Cédula Real, fechada en Madrid, l3 de septiembre de 1516, donde se deja constancia de la consumación de la expedición:

 

“Por cuanto el Rey, nuestro señor, que haya gloria, deseando que los indios de la Costa de  las Perlas, que es la provincia de Cumaná, que se declara desde Cariaco hasta Cuquibacoa, que es en tierra firme, fuesen los indios criados  y enseñados en las cosas de nuestra santa fe católica, mandó hacer todas las diligencias necesarias y porque pareció  que lo más conveniente y provechoso, era enviar personas religiosas y de muy buena vida a predicar y enseñar a los dichos indios sin otra gente ni manera de fuerza alguna, y para que lo susodicho se pudiese poner   en  obra,  habló con el devoto padre Alonso de Loaiza, provincial que a la sazón era de la Orden de Santo Domingo, y con su acuerdo y parecer y mandamiento, y por voluntad del devoto fray Pedro de Córdoba, vicario de dicha Orden en la Isla Española, que aceptó de pasar en persona con algunos religiosos de su Orden a la dicha Costa y Provincia  de las Perlas a procurar doctrinar y enseñar las cosas de la fe a los indios de ella, y viendo el dicho Rey, la voluntad y celo con que dicho fray Pedro de Córdoba se movía para ir a lo dicho, mandó al Almirante y jueces y oficiales de la dicha isla Española que diesen  al dicho fray Pedro de Córdoba  una nao en que fuesen él y los frailes que consigo llevase, y que mandasen a los maestres y marineros de tal navío que los llevasen a la parte y lugar que dicho  fray Pedro de Córdoba les señalase en la Tierra firme y les diesen los mantenimientos  que hubiese menester y ciertos indios para lenguas, cuales el dicho fray Pedro de Córdoba escogiese en la dicha isla Española, y que dende un año que el dicho fray Pedro  y los otros frailes fuesen llagados a la dicha tierra firme, el dicho Almirante y jueces y oficiales  tuviesen a cargo  y cuidado de enviar a saber de ellos, y que mandasen a la persona que fuese a saber de ellos que trajesen uno o dos frailes acá, para que informasen de todo lo que  en dicha tierra y provincia y Costa de las Perlas hubiesen hallado y sabido”. El Rey.

Rommel: Qué buen final, creo que cada vez uno se enamora más de la historia de esta tierra. Perdone mis palabras soeces y ligeras, ninguna de ellas es saeta contra nuestra amistad. Lo que le digo es porque le aprecio, no ando por allí glosando a nadie, ni creo que soy repositorio de verdades. Ni erudito, ni ilustrado, ni egoísta, ni creído, ni endiosado, ni celoso … quizás tonto y mediocre … pero nunca cretino, estúpido, o infame.

 

Su amigo que le aprecia Rommel José Contreras Gaspar

 

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