Emisión del centenario / Correo -Venezuela (*) |
Así fue su salida
de Caracas, como adulto joven de 29 años. Iba a Londres, acompañando a Simón
Bolívar y a Luis López Méndez, en misión diplomática a Inglaterra, a solicitar
el reconocimiento inglés a la independencia declarada por las provincias de la
Capitanía General de Venezuela.
Había nacido en
Caracas, el 29 de noviembre de 1781. Hijo de Bartolomé Bello, licenciado en
derecho, y músico consumado, y compositor de temas religiosos, ejecutante en la
Catedral de Caracas, y de Ana Antonia López, hija de don Juan Pedro López,
pintor y escultor, cuya obra de motivos religiosos lo proyecta a nuestros días
como un consagrado artista de nuestra época colonial.
Sus biógrafos nos
lo pintan como un muchacho, a veces alegre, correteando por las riberas del
Catuche y del Anauco, a veces retraído, lleno de reflexiones e ideas, producto
de sus dedicados estudios. Juan Vicente González, que dejó páginas llenas de
admiración sobre Bello, poéticamente resalta la afición de Bello al cultivo de
las letras: “Dormido
bajo un rosal a las orillas de Anauco, es fama que abejas depositaron en sus labios
la miel de la palabra”.
Desde su temprana
juventud, como hombre inteligente, talentoso y afanoso, fue Bello inclinado al
estudio, y pronto visitado por las musas, que le inspiraron en Caracas, poesías
de valor que le valieron ya el reconocimiento de poeta de amplio vuelo. Pronto
se dedicó al estudio de las lenguas, el latín, convirtiéndose en un latinista
reconocido por sus traducciones de Virgilio y Horacio, y el inglés y el
francés, que le fueron de utilidad para su misión y, luego, larga permanencia
en Londres, donde además estudió en profundidad el griego.
Al obtener con brillo su grado de bachiller en artes,
inició Bello sus estudios de derecho y medicina, simultáneamente, en la
Universidad de Caracas, sin concluirlos, Y se dedicó luego al trabajo, como
oficial 2º de la Secretaría del Capitán
General, ganándose el reconocimiento como aventajado funcionario del gobierno
colonial.
Desde joven, manifestó Bello atracción por dos
actividades a las que dedicó su vida con afán de apostolado: la educación y el
periodismo. De su etapa de educador en Caracas se resalta su condición de
maestro de Simón Bolívar. De ella dijo más tarde el que ya era el Libertador: “Yo
conozco la superioridad de ese caraqueño contemporáneo mío: fue mi maestro
cuando teníamos la misma edad; y yo le amaba con respeto”. Y con el respeto y la deferencia de sus
alumnos, en Londres, para subsistir en épocas de poco pan y días amargos (“esa
ciudad por tantos títulos
odiosa para mí, y por tantos otros digna de mi amor”), y en Chile, ya como
supremo guía de la educación de un pueblo, al frente de su Universidad, y con
proyección a su América, culminó su vasta obra educativa.
Como periodista, es considerado Bello uno de los
primeros periodistas venezolanos. Fue asiduo redactor de la Gaceta de Caracas,
creador de revistas periodísticas en Londres, “Biblioteca Americana” y el “Repertorio
Americano”, y permanente columnista de “El Araucano”, en sus días chilenos.
De su etapa caraqueña, se le reconocen sus poesías, El
Anauco, A la vacuna, Venezuela consolada, Mis deseos, A una artista, Égloga, A
un samán, A la Victoria de Bailén, A la Nave; y su Resumen de la Historia de
Venezuela, su Análisis ideológico de los tiempos de la conjugación castellana,
sus columnas periodísticas, y su experiencia administrativa como funcionario
del gobierno colonial.
Este venezolano, nacido en Caracas, y donde vive hasta
la edad de 29 años, cuando sale hacia Londres, en 1810, es ya un consumado
intelectual. Lleva el bagaje intelectual suficiente, y la habilidad de
pensamiento para aprender y crear nuevos conocimientos, que lo convierten en un
exitoso hombre de letras, de ciencias y
de humanidades, que en Caracas, en Londres y en Chile lega a la posteridad una
vasta obra intelectual, increíble en un solo hombre y en una sola vida.
por: Gilberto J. López
* 1965 Estampilla de Venezuela. I Centenario de la muerte. Don Andrés Bello 1865-1965. Impresa por Litografía del Comercio, Caracas.
Descargar en PDF:
No hay comentarios:
Publicar un comentario