viernes, 22 de julio de 2022

JOROPO ORIENTAL

La sutileza de un golpe
Una conversación con Simón Decena, músico e investigador cumanés, fue el punto de partida para conocer sobre el joropo oriental y desarrollar el artículo que a continuación se presenta. Entre otras revelaciones, el médico, docente universitario, investigador y bandolinista, no sólo afirma que el complejo musical nació en el estado Sucre, sino que fue el primer joropo del país.

Chico Mono - El Limón Cajero
Todo empezó con un golpe, charrasqueo de la mano contra las cuerdas de la guitarra renacentista, entendido por los naturales como el nombre de la música que oían de los visitantes. Un impacto que motivó el desplazamiento fluido de parejas que danzan bajo una métrica de 3/4 o 6/8, las cuales poco a poco acortan sus pasos para bailar el estribillo. El joropo es un complejo musical, conformado por música, danza y canto, que tiene variantes regionales. El joropo oriental es una de ellas, que según la localidad donde se ejecuta se puede dividir en sucrense, margariteño y guayanés. Como bien lo define Simón Decena, “el joropo es sinónimo de fiesta, la asociación del término con la palabra xarop –que significa jarabe– se debe a una distorsión de la palabra sarao, consecuencia de la diferencia de idioma entre negros, indígenas y españoles”.

Historia de golpe

El joropo nace en Sucre, asevera Simón Decena, región que bautizó Colón como Tierra de Gracia en su primer paraje en tierra firme. El investigador también refiere que los primeros castellanos que arribaron las costas venezolanas tocaban la vihuela y la guitarra renacentista para alegrar sus ratos libres. La ejecución de los instrumentos era de forma charrasqueada, también conocida como golpe, lo que producía cantos y ritmos alegres que desencadenaban danzas que propiciaban el agarre de manos y el roce de los cuerpos, actos vetados por la Iglesia católica.

Según relata el bandolinista sucrense, las interrogantes de negros e indígenas, surgidas por el charrasqueo emitido por los españoles, se respondían a través de señas que expresaban “golpes” o “choques”; la comunicación que se estableció inicialmente era de forma gestual, las diferencias lingüísticas impedían el intercambio verbal de forma fluida. Esta forma de tocar, charrasqueada, fue el punto de partida para el actual joropo, que en el oriente del país se ejecutó con la bandola y más tarde con la bandolina o bandolín, siendo el cuatro, la marímbola, el tambor cuadrado y las maracas, los instrumentos acompañantes.

Con el auge de la explotación de café y cacao, comenta Decena, llegan los italianos al golfo de Cariaco –familiarizados con el cultivo de estos productos– e introducen el acordeón o cuereta, que sustituye a la bandola en esa región. Con su ejecución de la tarantela italiana, pieza alegre en 6/8, producen alteraciones en el golpe existente, convirtiéndolo en un joropo más vertiginoso; el canto busca seguir los fraseos del acordeón a través de una pronunciación rápida: “el cotorreo”, y los músicos sobre una base armónica fija, pero en 6/8 demuestran sus habilidades, surge el estribillo. De esta región es también el tambor cuadrado o cajeta, proveniente del “adufe portugués” y traído por los negros esclavizados.

Estribillo y golpe de arpa

El joropo se origina como una forma fija que proviene del fandango español, una pieza en 3/4, y otras danzas como mazurcas, gallardas, polvico, zarabandas y más tarde el vals, describe el bandolinista sucrense. Cuenta con formas fijas, o golpe que se refiere a un ciclo armónico que siempre se repite; y formas libres con facetas musicales que tienen muchas partes y ninguna se parece a otra (como en los valses con varias partes).

El estribillo es una forma fija en 6/8 que sirve para la improvisación, éste es el momento preciso para que el cantante y los músicos, el bandolinista o el acordeonista, toquen con mayor libertad. En otras palabras, cuando se finaliza el tema melódico del joropo, arranca el estribillo.

Cuenta el investigador entrevistado, que aproximadamente “hacia el año 1700, se sucede la colonización de los llanos por parte de pocos españoles ya radicados en el país, pero utilizando en su mayoría gitanos expulsados de España. Las embarcaciones ya habían iniciado el traslado de instrumentos de mayor envergadura como el arpa, es así como sobre la base del golpe existente y una gran influencia de la música gitano-andaluza surge el joropo llanero”.

En la actualidad, la influencia del joropo llanero abarca toda Venezuela: se adueña de los llanos occidentales, en el centro se nutre de la música europea de los salones y de instrumentos como el clavecín, en Guayana se funde con el joropo oriental que había llegado desde Cumaná a través del Delta, en Margarita conforma la sabana blanca y el zumba que zumba oriental, y en Sucre, a pesar de lo enraizado del joropo sucrense, motiva con el bordoneo del arpa otra manera de descarga musical al final del joropo: el golpe de arpa, forma fija en 3/4.

Muy distinto a como se hacía inicialmente, hoy día en las distintas regiones de nuestro país, el joropo tiende a pasar de golpe de arpa a estribillo o viceversa, es decir, se pueden utilizar ambas formas fijas. Por lo general se empieza con golpe de arpa y se finaliza con el estribillo, para que se evidencie el cambio, y por ser este más rápido, motiva el baile.

La sutil forma de bailar

La sutileza de los pasos, un deslizar sin zapateo, un baile sin movimientos bruscos, son sólo algunas de las características de la danza en el joropo oriental. Con figuras elegantes, donde el caballero, vestido por lo general de pantalón caqui, camisa blanca recogida en las mangas o franelas de rayas y un sombrero de ala corta; se inicia el baile, comienza la fiesta, las parejas forman un círculo que se mueve al contrario de las agujas del reloj.

Un elemento diferenciador de la región, es el papel predominante que tiene la mujer en la manifestación. En oriente, las féminas son protagonistas, ver a dos damas bailando juntas no es motivo de asombro. El valsiao, donde un paso es seguido por el otro de forma continua, el peso del cuerpo se proyecta hacia la punta de los pies y los desplazamientos son laterales, sin tomar las faldas (faldeo) ni realizar zapateos, denota la influencia árabe en el joropo oriental, a diferencia de la danza en el joropo llanero, que tiene su origen en el baile gitano-andaluz, y consta de movimientos enérgicos y el zapateo fuerte donde se ejecuta el escobillao.

La alegría de una flor

Faldas floreadas, o en su defecto unicolor, cubren las piernas de las mujeres que hacen muestra de su coquetería. Camisas de escote amplio, generalmente de color blanco, y bordados de encaje en la parte superior de la blusa, se lucen alegremente en la celebración, que más que por sobresalir, se logra por el nexo con una historia unificadora. Si bien es cierto que tradicionalmente el modo de vestir se ha caracterizado por ser de determinada manera, el joropo, en su carácter festivo acoge diversos atuendos que son de igual validez.

La música oriental, se podría decir, que se dividía en dos bloques, la que se utilizaba en la navegación y la de tierra firme. La primera, melancólica, triste, en la que se transmitía la añoranza del pueblo dejado –se podrían mencionar los polos, galerones, jotas, malagueñas, entre otros–. La segunda, la de tierra firme, representaba la alegría del hombre que se encontraba en abundancia. La felicidad, expresada a través de la música y el baile, también se presenta en el modo de vestir; el colorido del vestuario enuncia la alegría del momento, la cual se complementa con la flor que suele adornar el cabello de las mujeres.

Un cantar agudo

En el pasado no se contaba con los recursos técnicos necesarios para proyectar el sonido, la potencia y los registros agudos del cantante eran los recursos para que los asistentes escuchasen.

El joropo oriental, con letras picarescas de doble sentido, es muestra de una sociedad que a través de las fiestas revive su historia. Una música que surgió de un golpe y un baile que se rige por un cantar rápido, violento, pero con sutileza, representa una de las expresiones del oriente del país.

Autor: Harold Palacios
Título Original:   La sutileza de un golpe - JOROPO ORIENTAL
Revista Así Somos.  Caracas-Venezuela
Publicado 22nd October 2017 por Anonymous
(Tomado del Muro FB de Pedro Guarache Lezama)

viernes, 8 de julio de 2022

Ha fallecido el amigo, colega y maestro geógrafo LGP

LUIS GERMÁN PÉREZ GÓMEZ
 
Vinculado a Cumaná desde sus años de infancia, y a partir de 1972 en sus aspectos geográficos, históricos, culturales, educativos y patrimoniales. Primeramente como docente de Educación Media en diversos centros educativos de la ciudad, luego como geógrafo-planificador de la ciudad y la región nororiental del país, y a partir del año 2005, cuando el Rectorado de la Universidad de Oriente promovió el Programa “Ciudad de Cumaná Patrimonio Cultural” con el propósito de impulsar la declaratoria de Cumaná como Patrimonio Universal ante la UNESCO, dinamizador de la salvaguarda, difusión y uso apropiado del patrimonio natural y cultural de la ciudad.
 
BIOGRAFÍA: venezolano, natural de Marigüitar, estado Sucre. Geógrafo egresado de la Universidad Central de Venezuela (1968). Docente en Educación Media (1969-1977). Orientado profesionalmente hacia la Ordenación Territorial y Planificación del Desarrollo Regional. Geógrafo y Gerente de Planificación de la Corporación de Desarrollo de Oriente (Venezuela) 1978- 1994 (jubilado). Asesor de la Gobernación del estado Monagas en planificación del desarrollo regional (2001- 2004). Facilitador de la cátedra de Educación Ambiental (UPEL-Pedagógico de Maturín, estado Monagas 1996). Coordinador del Programa “Ciudad de Cumaná Patrimonio Cultural”. Universidad de Oriente (2005-2010). Miembro Fundador de la Academia de la Geo Historia del Estado Sucre y colaborador en la correspondiente del estado Nueva Esparta.



jueves, 7 de julio de 2022

LA LEYENDA DEL JUM

Tanto los pueblos originarios como los que a lo largo del tiempo se han ido mestizando, en su cosmogonía han fijado creencias, mitos, leyendas, personajes notables, sitios mágicos, cultos, saberes, entre otros. Particularmente en el caso de Tarabacoa, sitio casi intermedio entre San Antonio del Golfo y Marigüitar, aunque en jurisdicción de esta última población ( municipio Bolívar ), dada su evolución en el tiempo, partiendo de su ocupación indígena inicial, luego ocupada por los hispanos bajo la modalidad de producción agrícola, mediante la “encomienda”, que dio paso a la relación de producción con uso de mano de obra esclava negra. Bajo esta modalidad se inició y se consolidó, para la segunda década del siglo XVIII, una importante producción agrícola con base a los cultivos del cocotero y la caña de azúcar. El coco para la obtención de aceites como insumo para la fabricación de velas y jabones, además como combustible para alimentar lámparas de alumbrado doméstico. La caña de azúcar para la elaboración de papelón y mieles para la obtención de rones.

Dada la feracidad de las tierras de Tarabacoa, buenos suelos, agua dulce permanente y abundante provista por el río del mismo nombre, además de su notable extensión de 57 ha., se dio allí una importante producción agrícola, lo cual justificó la necesidad de un sustancioso contingente de mano de obra, que a partir de la segunda década del siglo XVIII fue de origen africano. Este contingente vivía inserto dentro de la hacienda, pero preferentemente ubicado más hacia las estribaciones de los cerros colindantes en la parte sur, ello como medida de seguridad ante los embates de las crecidas del rio Tarabacoa, el cual era de respetar. La población negra allí era importante, posiblemente la estancia fuera una especie de estación esclava desde donde se remitían a los fundos en la costa del golfo, la mano de obra necesaria para las actividades agrícolas. El mercado principal de “piezas esclavas” estaba asentado en Cumaná, como lo atestiguó Humboldt, cuando visitó la ciudad en 1799. La famosa hacedora, ya fallecida, de muñecas de trapo, Berta Vergas, de Cerezal, en entrevista hecha y publicada por la Fundación Bigott, en una publicación dedicada al estado Sucre, hace ya varios años, quizás 40, cuenta que su abuela fue una negra esclava, traída de África, por nombre Rosa Enchelmar, y llevada a Cariaco desde Tarabacoa, donde se “rocheleaban los negros”.

Es en este contexto donde se originó la creencia de un ser mítico, quizás ligado a lo mágico-religioso, propio de un bosque como lo era y aún es Tarabacoa, donde la oscuridad  y lo sombrío era propicio como hábitat de un misterioso y travieso ser que se burlaba y castigaba a los atrevidos que solían salir de noche a vivir cualquier aventura. Este curioso espíritu lleva en los predios de Tarabacoa, Petare, Capiantar, en los términos del municipio Bolívar y en Paradero, Tarabacoita, Puerto La Vieja, Cachamaure, del municipio Mejía, estado Sucre, el “jum”.

África | En Salima, Malawi, los consejeros de un campo de circuncisión de Yao bailan en el pueblo cercano como una forma de consuelo y entretenimiento para los preocupados padres y familiares de los niños. A los padres no se les permite ver a sus hijos mientras los niños están secuestrados en el campamento durante el "jando", la ceremonia de circuncisión de Yao que marca el paso masculino a la edad adulta. | © "Tribus del Gran Valle del Rift" por Elizabeth L Gilbert [https://bit.ly/El_Jum]

La primera vez que oía nombrar este personaje, eso que desde pequeño me familiaricé con Tarabacoa, ya que era la hacienda familiar, de los “Pérez”, fue un poco tardío, cuando mi tío Luis,  hermano de mi papá, se vino desde Caracas,  finalizando los años sesenta, y además de su labor como agente vendedor, pasó a encargarse de la hacienda. Allí se daban citas festivas, comilonas, excursiones nocturnas a pescar en el río y el mar. En una oportunidad de estos jolgorios, organizamos una excursión nocturna a pescar lisas a la boca del río. Estábamos entusiasmados y animados con el rón. Hizo su aparición, un señor denominado Cándido, mayordomo de la hacienda vecina que era de unos primos nuestros y lo invitamos air con nosotros. Manifestó que no estaba interesado en esa parranda y cuando ya nos disponíamos a entrar en ese mundo misterioso nocturno de la hacienda, nos dijo: “tengan cuidado con el jum”, yo me devolví y le pregunté que era el jum. Me respondió: ese es un espíritu que no es bueno, sale de noche por entre la hacienda, te empuja, te golpea con las alas que tiene, te hace tambalear, te pone a dar vueltas, te mareas y te caes como si estuvieras jumo. Cuando te despiertas, ni idea de lo que te pasó. Le pregunté, Modesto como es el jum­?. Ay mijo, mejor es que ni lo veas. Es como un hombre, de la cintura pa bajo es como gente, pero pa rriba tiene forma de pájaro grande, con alas y pico enormes. No es nada bonito. Tú lo has visto, si lo he visto pero no me he tropezado con el, ni que lo quiera Dios. También vuela alto, vá de sitio en sitio, siempre de noche. Le dije, bueno esperemos que esta noche no nos salga ya que tenemos ganas de comer lisa frita.

huibbMuseo de Arqueología y Antropología, Cambridge © MAA 2022 N.13099.GIJ Fotógrafo/fuente/colección: Jones, Gwilliam Iwan 1930 - 1939 Dos enmascarados conocidos como Ogu Aba (cantantes) actuando en la mascarada Nkporo Ifogu vistiendo trajes sueltos de rafia, tocados de rafia , y 'máscaras' de red de rafia a rayas que se estrechan en punta. Igbo-Afikpo, Etitiama/Nkporo, estado de Abia, Nigeria [https://bit.ly/El_Jump_2]
Andando el tiempo, hice conjeturas y me dije, esto del jum parece de origen africano. Aquí en Tarabacoa hubo mucho negro de allá y es posible que se hayan traído esa creencia. Estando trabajando en los años ochenta en la Corporación de Desarrollo de la Región Nororiental ( Corporiente), como geógrafo, con base a la identificación de subregiones funcionales en la región nororiental, abordamos entre otras, el estudio de la Subregión Cumaná-Araya, bajo la premisa que tenía una fuerte connotación cultural, y nos movilizamos en búsqueda de las manifestaciones que en este orden podría haber: música, bailes, canto, gastronomía, costumbres, leyendas, tradiciones, saberes, artesanía, etc. Me acordé de la leyenda del jum. Les eché el cuento y se motivaron, pero no encontramos referencias. La coordinadora de la investigación cultural, Gisela Barrios, esposa del geólogo prestado a la Antropología, Marc de Civrieux ( fallecido ), se apareció un día con un pequeño libro sobre creencias y mitos africanos, y llena de emoción nos dijo: “encontré al jum”. Nos mostró una imagen de una figura antropozoomorfa, mitad hombre, mitad ave, grande, emplumado, identificado como el jum. Que emoción sentimos con ese descubrimiento. Lamentablemente nos dispersamos, Corporiente desapareció y esa pista mágico-religiosa también hizo lo mismo, pero afortunadamente ya sabemos de donde vino. He tratado de contactar a Gisela, quien vive en el Salado de la Mucuy, cerca de Mérida, vía el páramo, a sabiendas que aún conserva la biblioteca de Marc, con la esperanza que me pueda remitir la imagen del jum, pero me ha sido imposible, pero continuare intentando. Bueno…me voy a dormir, no vaya a ser que se me aparezca el jum. Por cierto, la palabra “jumo”, borracho, viene de allí. El jum atonta, o emborracha con giros y vueltas a sus víctimas.

Escrito por Luis Germán Pérez Gómez

Cumaná, 10 de marzo de 2021.



Nota: Imagenes agregadas como ejemplo de "hombres pájaros" por Rommel Contreras. No son las mostradas al autor por Gisela Barrios.

lunes, 4 de julio de 2022

TARABACOA

La primera referencia documental (1533) sobre el sitio de Tarabacoa nos la proporciona el historiador Enrique Castillo Hidalgo (2005) cuando cita en su obra “Asentamiento Español y Articulación Interétnica en Cumaná ( 1560-1620 ), los “Requerimientos”  que el padre Francisco de Villacorta, cura de la isla de Cubagua hizo a los indígenas del golfo de Cariaco entre julio y agosto de 1533. “En dicho documento se especificaba como el religioso iba pasando de un asentamiento indígena a otro para conminar a los naturales a que ofrecieran o mantuvieran la paz con los españoles. El cura pasó entonces  a la “provincia de Mariguitare”, donde era cacique un tal Anenejabón [¿o Anezabón?]. De Mariguitar, Francisco de Villacorta pasó a la “provincia de Tarabucuare” (clara alusión a Tarabacoa), donde habló con los “caciques principales” de la misma, que eran Guacamaya, Gravielejo, Manareyma y Alonsico ) (ob cit pp. 599).

cont...



Como nota de interés, la porción de este sublote, ubicada entre la vía nacional Troncal 009 y la antigua carretera Marigüitar-San Antonio, fue invadida por particulares.

 Hasta los años sesenta del pasado siglo, las tierras de las haciendas “Tarabacoa” y “Tarabacoita” estuvieron dedicadas al cultivo de la caña de azúcar y coco. La caña de azúcar proporcionaba los jugos necesarios para la producción de papelón. Así estuvieron operativos los trapiches del sr. Pedro Carmen, ubicado en el lote denominado “la media”. Este trapiche servía a las plantaciones de caña de las haciendas de los Pérez Rodríguez y de los Inserny. Miguel Aristimuño tenía su trapiche y allí molía la caña de su hacienda “Tarabacoita”. Los Del Castillo Pérez molían la caña de la hacienda “Tarabacoa” de Mercedes Pérez Alvíns de Del Castillo. Este trapiche estuvo ubicado a la vera de la antigua carretera Marigüitar-San Antonio, cerca de la entrada a la vía que conduce a la estación del bombeo del acueducto.    


Autor LGP (Luis Germán Pérez Gómez)