miércoles, 14 de febrero de 2024

𝐇𝐞𝐥𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐮𝐧𝐚 𝐲 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐮𝐜𝐫𝐞

Pese a ser una figura prominente en la historia de la independencia latinoamericana, Antonio José de Sucre no destaca como referente universal y primario en su lugar de origen. La historia de Sucre es una mezcla de heroísmo y tragedia que ha sido a menudo pasada por alto en Cumaná. Además del mal agradecimiento y el olvido, ha pesado que: «Acá Sucre, no hizo casi nada».

Aunque fue un líder clave en las guerras de independencia del sur, Sucre a menudo es menos conocido en su tierra natal que en otras partes del mundo. Mientras que en el extranjero se le reconoce por sus logros militares y políticos, en Venezuela, especialmente en Cumaná, donde pasó sus primeros años, su legado ha sido en gran medida poco estudiado y descuidado.

¿El muchacho que se fue de aquí, era un desconocido? Tanto como yo en Caripito, ¿quién me conoce en Caripito? Me fui a Caracas a los doce años y ya mis amigos más cercanos no sabrían quién soy, si me vieran en la calle; y estamos en el siglo 21, con Internet, con fotos, con teléfono. Pero yo puedo ser un don nadie, pero imagínense a Sucre cuando salió de Cumaná en 1817; veinte o treinta años después, nadie se acordaba de él. Los que lo vieron nacer —sus propios familiares —; casi todos habían fallecidos. La ciudad de Cumaná no era como la pintan; como que todos estaban pendientes de todo; algunas noticias llegaron cuando la Independencia y más allá. Cincuenta años después, nadie se acordaba donde nació Sucre. En aquel país de analfabetas, de Sucre se acordaban algunos intelectuales que en la prensa eventualmente publicaban alguna información para ellos mismos; había buena prensa en Cumaná. Y se perdió en el pueblo llano, el respeto al humanista y también al militar: hemos heredado una imagen borrosa del hombre y del héroe Antonio José; no es maldad, esa es una realidad todavía.

Su participación en la gesta de Chacachacare en 1813, la redacción del Acta y la consecuente invasión, asedio, toma y posterior defensa de Cumaná, le aseguran un lugar en la historia de su tierra. A eso se suma el espíritu que lo guio en 1820 para redactar y concretar el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, firmado por Bolívar y Morillo en Santa Ana de Trujillo: hacer la guerra "como la hacen los pueblos civilizados". Que Sucre en Cumaná no haya hecho casi nada, no significa que no haya hecho nada en absoluto; más bien, es que "casi no hizo" en comparación con lo que logró en el sur del continente. Allí construyó países, promulgó leyes, ocupó cargos presidenciales, y fue general en varias batallas y victorias. Sus hazañas se estudian en academias militares; no solo en Venezuela, sino también en academias extranjeras. Pero Sucre no fue únicamente un militar... ¿qué pasa con el resto de su pensamiento, su labor como estadista, su amor por el prójimo?

Fueron duros, los cinco años de guerras en el sur —Bolívar no lo hizo solo —, casi todo eso fue capitaneado por ese muchacho que salió de Cumaná jovencito. Pero, a pesar de ser una figura prominente en la historia de la independencia latinoamericana, Sucre no se destaca de la misma manera en su país de origen.

La vida del Gran Mariscal de Ayacucho estuvo marcada por tragedias personales, desde la pérdida de su familia cumanesa ... hasta su propia muerte; sobre todo el misterio con que se rodeó su asesinato. Lo que le pasó en vida fue bien tormentoso, pero lo que le sucedió luego fue mucho peor: su despojo abandonado en el camino y extraviado luego por más de setenta años, su pequeña hija asesinada (no lo puedo decir de otra manera). La ausencia de un lugar en su suelo consanguíneo donde se le rinda correcto y justo homenaje, a mi juicio, es lo peor que le ha pasado: un museo donde se le estudie y ennoblezca (ajeno a toda actividad que no le concierna) y una Casa Natal donde su espíritu y memoria impere.

Desde la Academia de Geohistoria del Estado Sucre, junto con instituciones y sectores de la comunidad de Cumaná, hemos luchado durante años para recuperar y honrar la memoria de Sucre; iniciamos buscando el reconocimiento oficial de su lugar de nacimiento. La buena noticia es que ya contamos con anuncios oficiales que respaldan y reconocen lo expresado a principios del siglo XX por el cronista Pedro Elías Marcano; una tesis que defendimos y demostramos: Antonio José de Sucre nació en la Luneta de Cumaná, al pie del cerro San Antonio.

¿Estamos tratando de recuperar eso entonces? En el trasfondo gélido de la cuna, avanzamos y suponemos que continuaremos avanzando en el estudio profundo y formal de su pensamiento; como un cuerpo astral vivo y referente; no como una pieza de museo arcaica y polvorienta.

A pesar de los desafíos y obstáculos, el legado del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, sigue siendo una parte importante de la historia venezolana que merece ser recuperada, rescatada, recordada, comprendida, enseñada y celebrada; sobre todo en su tierra natal. Esta disparidad en el reconocimiento y la valoración de las figuras históricas refleja un aspecto notable de la historia local y nacional de Venezuela.

Por: Rommel Contreras

Cumaná 14/02/2024



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lunes, 11 de diciembre de 2023

EN MATURÍN SE HUNDIÓ VENEZUELA EL 11 DE DICIEMBRE DE 1814 [1]

por: Luis Peñalver Bermúdez

Oficina del Historiador del Estado Monagas



Buena parte de las diversas perspectivas dedicadas a analizar las guerras nacionales de independencia en América Latina, coinciden en señalar que el año 1814 concentró acciones bélicas de transcendencia, varias de ellas en el oriente de nuestro país. Las tierras monaguenses y sobre todo la ciudad de Maturín, fueron parte destacada en estos acontecimientos, tanto por las batallas en sí, como por el impacto múltiple de las consecuencias como la pérdida de cientos de vidas, la ruina de familias enteras, la debacle de la ciudad y su entorno, las fracturas profundas en lo emocional, en lo productivo, en las posibilidades de emancipación y libertad, pues tal como indica el título de la presente nota, con palabras de Armas Chitty: “En Maturín se hundió Venezuela el 11 de diciembre de 1814”.

 Recordemos para el hilo histórico.

 Pocos días atrás -5 de diciembre-, el ejército patriota sufrió un durísimo revés en la batalla de Urica y con la muerte Boves, José Tomás Morales quedó al frente del ejército realista y con ganas de cobrárselas a los maturineses, quienes con José Francisco Bermúdez al frente, la fuerza patriota derrotó a Morales el 12 de septiembre de 1814. Igual destino tocó a Monteverde en 1813.

 Durante los inicios del mes de julio del año en curso, tropas patriotas inician la emigración a oriente. Cerca de 20 mil personas de Caracas, los llanos, los valles de Aragua y Valencia, dirigidos por Bolívar, tomaron rumbo por la vía Petare – Guarenas - Capaya hasta llegar a Barcelona el 2 de agosto. Les perseguía, desde el 13 de julio, una columna bajo el mando del segundo de Boves: Francisco Tomás Morales.

 Sin exagerar, todo el año de 1814 –y continuidad- estuvo atropellado de belicosidad. Ribas en la Victoria derrota a Boves en los días 12 y 13 de febrero; Ribas derrota a Rosete en Charallave el 20 de febrero; Bolívar, sitiado por Boves en San Mateo, lo resiste en los días 28 de febrero y 25 de marzo; el mismo 25 de marzo, Ricaurte deja entrar los realistas al parque, da fuego a la pólvora y vuela con ellos; Ribas derrota a Rosete en Ocumare el 20 de marzo; Bolívar y Mariño derrotan a Cajigal en Carabobo el 28 de mayo; Boves derrota a Bolívar y Mariño en la Puerta el 15 de Junio; inicia la emigración de Caracas el 7 de Julio; Boves rinde a Valencia por capitulación y dos días después ordena asesinar a los capitulados, 10 de julio de 1814; entrada de Boves a Caracas, 16 de julio; Morales derrota a Bermúdez en Aragua Barcelona el 18: emigración de Cumaná, el 22 de agosto; Bermúdez derrota á Morales en Maturín el 12 de septiembre; Piar toma la plaza de Cumaná el 29 de septiembre; Boves toma a Cumaná el 16 de octubre; Boves derrota a Bermúdez en Los Magueyes el 9 de Noviembre; ocurre la batalla de Urica, el 5 de diciembre; Morales toma a Maturín el 11 de diciembre y en la continuidad: Morales reduce al pueblo de Soro, el 14 de febrero y el 15 ocupa á Güiria. Morillo “El Pacificador”, arriba con su ejército a Margarita el 7 de abril 1815 [2], para una nueva etapa. En términos de contexto, conviene recordar que: “472 combates sirven de pedestal á la gloria de Bolívar y constituyen la epopeya de la libertad de un mundo”. [3]

 Bermúdez y Ribas, “después de la desastrosa experiencia militar de Urica, regresan con los oficiales a su mando a Maturín con un ejército mermado, sin pertrechos y hambriento. Allí en su aposento territorial se disponen a reorganizar la caballería y curar a los soldados republicanos heridos y cansados de esa jornada” [4]

 En la “Relación histórica en compendio de las operaciones del Ejército Expedicionario de costa firme”, describe el mismo Morales que “En tal estado y con el fin de no dar tiempo a los rebeldes a que se rehicieran, marché sobre Maturín, que miraban aquellos protervos como el paladín de su funesta rebelión, su posición singular hacía sumamente difícil asaltarlo, pero en fuerza de una combinación, que el heroísmo y valor de nuestras tropas hizo feliz, fue tomado por asalto pasando sobre montones de cadáveres y siendo pasados a cuchillo todos sus defensores.” [5]

 Con el orgullo del triunfo en alto y la confianza fortalecida por el triunfo en Urica, enfila Morales rumbo a Maturín, convertido hasta los momentos en bastión de la lucha por la Independencia y que era necesario someterla a toda costa, para que al fin fuera posible ondear la bandera monárquica en estas tierras que se habían mantenido rebeldes.

 “Intentólo efectivamente en la noche del 10 por el sitio del Hervidero con 1500 hombres escogidos, precisamente á tiempo que los patriotas, deseando sorprenderle, hacían salir á Cedeño con una gruesa partida. Rechazados los realistas por el fuego de los terraplenes y baterías, y atacados en su mismo campo reunieron sus esfuerzos para destruir á Cedeño, y éste hubo de suspender la pelea y volverse, si bien después de haberles causado una pérdida considerable. A las siete de la mañana del siguiente día ordenó Morales un acometimiento general contra todos los puestos maturinenses, y el combate adquirió entonces una gravedad y encarnizamiento extraordinarios. Brillante fué la defensa de Ribas y Bermúdez, digna á todas luces de su valor tan celebrado; más; qué podían ellos contra aquellas espesas y pujantes masas, no teniendo sino un puñado de soldados para cubrir un gran número de avenidas y resistir ataques incesantes y cada vez más obstinados Faltos además de pertrechos, ni aun con más tropas hubieran podido hacer dudoso el éxito de la pelea; y así, apoderados los enemigos de todos los terraplenes y baterías después de haber perdido 1000 hombres, ocuparon á sangre y fuego el recinto, degollando sin distinción de edad ni sexo.”[6]

 Siendo un hecho la pérdida de la batalla, parte de la fuerza patriota logró salvarse. Dicen Baralt y Díaz que se guarecieron unos en los bosques del Buen Pastor; otros tomaron rumbo a la costa, en búsqueda de la salida al mar; mientras que Bermúdez, con cerca de 200 soldados se dirigió a la zona del Tigre, y Ribas con algunos oficiales tomó la hacia los llanos, con la esperanza de reunirse con Urdaneta, a quien suponía en Barquisimeto; pero, al final, cerca de valle la Pascua, fue capturado.” Hubo prisa de matarle, porque las pasiones populares no aguardan mucho tiempo; y de luego á luego sin aparato ni mayor formalidad el invicto guerrero rindió la vida á manos de la plebe vil y desalmada. Su cabeza fue conducida á Caracas y, en una jaula de hierro, colocada en el camino de La Guaira con el gorro frigio que usaba siempre como emblema de la libertad.” [7]

 En sus testimonios, el General José Manuel Olivares, quien estuvo en la contienda, señala que junto a sus compañeros llegó hasta los montes cercanos al río Tonoro, caños del Tigre y riberas del Guarapiche. En el Tonoro estuvieron Olivares y su gente luego de cinco días de persecución por parte de los vencedores, donde, para calmar el hambre tomó “… la resolución de matar un caballo…” [8] y comer unos trozos asados.

 Las provincias del oriente quedaron otra vez bajo el imperio español. Las tropas realistas, para evitar el escape de los patriotas, procede a bloquear las costas desde Trinidad hasta Irapa. Por supuesto, fueron muchas las familias que tomaron el riesgo de la aventura para para ir hasta el mar y dirigirse al extranjero, pero igual ocurrió que “fueron apresadas y arrojadas al agua.” [9]

 “El año de 1814 por los reveses sufridos de nuestro ejército libertador en los campos de batalla, forzoso fué abandonar á todo Venezuela defendida con heroísmo palmo á palmo, y el General Bolívar, con los Generales Mariño, Piar, Bermúdez, Valdés y otros tantos, buscaron asilo en los países extranjeros, hasta más después, que volvieron con nuevos bríos, más recursos y una escuadrilla bien tripulada, esperanzados de rescatar la patria de su nacimiento, usurpada por los tiranos.”[10]

 Aun sin cerrar el año de 1814, ya el poder realista iniciaba la re-administración territorial, bajo las figuras que eran comunes para los vencedores de la época. Ello aparte de la gramática exclusiva para el enemigo, representada en gruesos calificativos como “gavilla de bribones”, y “canalla americana”; marcándose además el destino del patriota, por lo que era necesario “no dejar uno vivo”. Veamos al respecto una carta de Manuel Fierro, fechada el 29 de diciembre n la ciudad de Puerto Cabello:

 Mi estimado amigo:

Gracias á Dios que hemos concluido con el resto de esa gavilla de bribones que se habían refugiado en el inexpugnable Maturín: aun quedan algunos vagando por los montes, y á decir la verdad, para extinguir esta canalla americana, era necesario no dejar uno vivo; y así es que, en las últimas acciones, habrán perecido de una y otra parte más de 12 mil hombres: afortunadamente los más criollos, y mui raro español. Si fuera posible arrasar con todo americano sería lo mejor; pues U. desengáñese, estamos en el caso de extinguir la generación presente porque todos son nuestros enemigos, y el pueblo que no se ha sublevado es porque no ha podido, observándose con admiración que los hijos de españoles son los más exaltados. En fin, mi amigo, nosotros debemos sembrar la guerra intestina á los criollos, para que se acaben unos á otros y que tengamos menos enemigos.

Si en las demás partes de la América se encontraran muchos Bóves, yo le aseguro á U. que se lograrían nuestros deseos; pues lo que es en Venezuela poco ha faltado para verlo realizado, pues hemos concluido con cuantos se nos han presentado. Ya tendrán que acordarse de nosotros por mucho tiempo.

Puede U., amigo, con libertad hacer, sus negociaciones sobre la costa, pues ya no hai temores; y si U. quiere tomar partido por la agricultura, aquí tenemos porción de haciendas que vender, que pueden tomarse con la mayor comodidad.

Resuélvase U. y avise lo que determine á su íntimo amigo y atento y seguro servidor,

Q. B. S. M.

Manuel Fierro. [11]

 Se había dado inicio a otro tema por profundizar en la historia de Venezuela: la sobrevivencia a través de la guerra de guerrillas. Perdidas las batallas de Urica y Maturín, Morales y su ejército se dedicaron a localizar a los patriotas fugitivos, para apresarlos y, las más de las veces, ejecutarlos. Interrogarnos sobre esa vida extraña entre guerras, de soldados, funcionarios y familias, para escapar de una muerte segura, forjaba un conjunto de acciones, estrategias, tácticas, movido por causa de las circunstancias. “Por desgracia, reconstruir la historia de esas primeras partidas es un desafío. Son tan escasas las fuentes que es casi imposible despejar la trama de los acontecimientos. La mayor parte son relatos reconstituidos después; por definición, aquellos grupos no guardaron archivos. Pero ciertas memorias, como las de Austria [12], se interesaron en particular en el fenómeno; son preciosas guías para orientamos en este dédalo". [13]

 

Notas:

[1] Armas Chitty, 1856, p. 202.

[2] Milá de la Roca, 1847, pp. 105-106.

[3] Corrales, 1884, o. p. 250-252.

[4] Rondón, 2013, p. 69

[5] Morales, 2010.

[6] Baralt y Díaz, 1887, pp. 279-280.

[7] Baralt y Díaz, 1887, p. 280.

[8] Olivares, 1842, pp. 13-14.

[9] Baralt y Díaz, 1887, p. 280.

[10] Olivares, 1855, pp. 5-6.

[11] Blanco y Azpurua, 1977, pp. 209.

[12] Austria, 1855.

[13] Thibaud, 2003, p. 219.

 

Fuentes:

Armas Chitty, J. A. de. Historia de la tierra de Monagas. Maturín, Ejecutivo del Estado Monagas, 1956.

Austria, José de. Bosquejo de la historia militar de Venezuela en la guerra de su Independencia. Tomo I. Caracas, Imprenta y Librería de Carreño Hermanos, 1855.

Baralt, Rafael María y Díaz, Ramón. Resumen de la historia de Venezuela desde el año de 1797 hasta el de 1830. Tomo segundo. Curazao, Imprenta de la Librería de A. Bethencourt e Hijos, 1887.

Blanco, José Félix y Azpurua, Ramón. Documentos para la historia de la vida pública del Libertador. Tomo V. Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República. 1977.

Corrales, Manuel Ezequiel. (Edit). Homenaje de Colombia al Libertador Simón Bolívar en su primer centenario 1783-1883. Bogotá, Imprenta de Medardo Rivas, 1884.

Milá de la Roca, Bartolomé. Llave de cronología matemática é histórica… Cumaná, Imprenta de A. M. Martínez, 1847.

Morales, Francisco Tomás. Relación histórica en compendio de las operaciones del Ejército Expedicionario de costa firme durante el tiempo que estuvo al mando del Excmo. señor don Francisco Tomás Morales. Manuel Hernández González [ed]. Entre la insurgencia y la fidelidad. Textos canarios sobre la Independencia venezolana. Santa Cruz de Tenerife, Ediciones Idea, 2010.

Olivares, José M. Otra vez el general José M. Olivares y su introito no debe agradar a muchos. Caracas, Imprenta de Tomás Antero, 1842, pp. 13-14.

Rondón, Edgar. 200 años de la tercera Maturín (25 de mayo de 1813). Maturín, Edición de Autor, 2013.

Thibaud, Clément. Repúblicas en armas. Los ejércitos bolivarianos en la guerra de Independencia en Colombia y Venezuela. Traductor: Nicolás Suescún. Bogotá, Editorial Planeta Colombiana S.A., 2003.

viernes, 1 de diciembre de 2023

Publicaciones y Propuesta del BID referidas a Cumaná en el año 2015

Para información de los interesados dejamos acá el material publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo en 2015. La AGHES, no promociona ni está en acuerdo con todo el contenido de lo planteado por el BID. Debido a que está centrado en su punto de vista eurocéntrico de cómo se debe vivir y cómo deben ser nuestras ciudades y espacios públicos. Pero a la vez reconocemos que en ese material hay  información para el análisis, puesto que podría ser útil para el desarrollo de algunos aspectos de la ciudad de Cumaná.

 

 

 


lunes, 20 de noviembre de 2023

El Dorado: La Octava Estrella

La Tierra Firme, nuestras costas, comprendía territorios que fueron tempranamente comprometidos con los primeros conquistadores como Alonso de Ojeda en 1508, Bartolomé de las Casas y Gonzalo de Ocampo, ambos por separado vinieron en 1521. En 1530, Antonio Sedeño, motivado por el interés de la corona de Castilla en el "secreto de Trinidad", pretendía un dominio definitivo y control de la isla de Trinidad, arrebatándola a sus ocupantes, principalmente recién llegados indios caribe. Sin embargo, su objetivo real eran las tierras frontales y sucedáneas a Tierra Firme, la Guayana. Sedeño no fue el único interesado en ese "secreto" en el siglo XVI. En el horizonte de Paria, se hizo presente la expedición de Diego de Ordás, que zarpó desde San Lucas de Barrameda el 30 de octubre de 1530. Ordás venía con pliegos capitulados ante la corona para explorar doscientas leguas a partir de las bocas del río Amazonas y toda la costa entre este río y el cabo de la Vela, confines ya comprometidos con los alemanes, los Welser. La capitulación de Ordás, obtenida dos meses antes que la de Sedeño, estaba escrita en términos contradictorios, pero él confiaba en sus contactos y experiencia; había participado en la conquista de México junto al despiadado Hernán Cortés y confiaba más en su ejército que en sus papeles, aunque los límites de su gobernación estaban circunscritos a la isla de Trinidad; pero no pudo traspasar la frontera caribe.

En 1534, después de la muerte de Ordás, la Audiencia de Santo Domingo comisionó a Alonso de Herrera, como teniente de Gobernador, y a Jerónimo de Ortal para encargarse de los asuntos y gobierno de Ordás. A su tiempo, Ordás y Sedeño murieron envenenados: Ordás, "yendo a Castilla, murió en la mar y en un serón lo echaron en ella". A Sedeño, una esclava suya le introdujo un veneno letal en el plato, poniendo fin a su vida; fue enterrado al pie de un árbol junto al río Tiznado en 1538. Ambos decesos no fueron, de ninguna manera, el punto final de las disputas y pretensiones; otros las continuaron (Ortal, Herrera, etc.).

Estas fechas marcan el despoblamiento de Tierra Firme; consecuencia de la inexistencia de plata y la infructuosidad de encontrar oro, buscado por Ordás hasta los raudales del Orinoco y a lo largo del río Dulce o Esequibo (¿el Secreto de Trinidad? ¿El Dorado?). Ese mismo secreto, en la década de 1570, se traga a Fernández de Serpa, quien llega a Cumaná como gobernador capitulado con el reino por una porción de tierra que iba desde el Amazonas al río Unare. Serpa también pretende buscar el Dorado entrando por el occidente de su gobernación, y luego de su muerte, atravesado por múltiples flechas en la garganta muere en la vecindad de la quebrada de Jose; cerca de la actual Barcelona, le prosigue su hijo, quien desaparece al pretender entrar por algún río del delta del Orinoco.

La balsa muisca, una pieza de orfebrería precolombina, 
elaborada por la cultura muisca (600 y 1600 d.C.)
-centro de Colombia-. Museo del Oro de Bogotá.

En 1579, el nuevo gobernador de El Dorado, Antonio Berrío, quien la había heredado de Jiménez de Quesada; el fundador de Bogotá el 6 de agosto de 1538; luego de masacrar a los nativos muisca; dateado por Ordás pensó que Guayana contenía El Dorado. Desde la isla de Trinidad, Berrío emprende una serie de expediciones que le permiten conocer detalles corográficos de las misteriosas Guayana. Levanta una detallada cartografía, donde ubica los pueblos autóctonos que la habitan, indicando en ella sus recursos y estimaciones. 

Antonio Berrío
Entre 1584 y 1589 realiza 3 expediciones. Fue el accionar de Berrío quien desencadenó el poblamiento, dirigido desde la cabeza de su gobernación en la isla de Trinidad; lo que da luz a la creación de la Gobernación de Guayana. Hasta el nombramiento de don Carlos Sucre como Gobernador y Capitán General de Nueva Andalucía en 1729, quien toma posesión el 18 de agosto de 1733 como Gobernador de Nueva Andalucía, a quien se le había anexado sus antiguos territorios de Guayana. El cambio de jurisdicción se hace a partir del 30 de diciembre de 1733. Así permanece hasta 1762, cuando la corona nombra a Joaquín Sabás Moreno de Mendoza comandante general interino de la Comandancia de Guayana. El 5 de mayo de 1768 se ratifica esta subordinación "agregándole a la provincia de Guayana la comandancia general del Orinoco y Río Negro, cuyos linderos llegaban por el Sur hasta el Amazonas". El 28 de octubre de 1771 regresa la jurisdicción a Nueva Granada, hasta la creación de la Real Audiencia de Caracas en 1786, cuando queda definitivamente incorporada a Venezuela, como el resto de las gobernaciones de Tierra Firme; que, en tiempos de guerra, se unificaban en Capitanía General de Venezuela, bajo el mando del Capitán General en Caracas.

Cuando el 29 de julio 1811, los diputados por la Provincia de Cumaná, se reunieron en la sala de acuerdos para analizar la plausible Declaratoria de la Independencia absoluta y total de las Provincias Unidas de Venezuela, aclarando que los dignos habitantes de la Andalucía americana desean por momentos elevarse al rango de libres e independientes. Para esa fecha, los territorios de la Provincia de Cumaná no incluían la Guayana.

¿Cuáles eran esos territorios de Guayana, que antes pertenecieron a la Andalucía americana?

Un retazo de tierras que comprenden, la línea de costa, desde el Delta del Orinoco hasta el Río Esequibo; teniendo como límite sur el río Amazonas.

Entre el río Orinoco y el Esequibo

Es el trabajo de Antonio Berrío, quien roba el forajido inglés, amante de la reina virgen, Walter Raleigh. Son los mapas y cuadernos de notas de Antonio Berrío los que usa el pirata para dar a conocer a fines del siglo XVI a la Guayana en Europa. Desde esa fecha, son los deseos por nuestras tierras y desde ella su conocimiento de las riquezas que encierran. Guayana (del Orinoco al Esequibo) es nuestro Dorado presente y futuro. Como herederos caribe, también seremos frontera humana para cualquier pretensión extranjera. Orgullosa la octava estrella bolivariana, orgullosa todas ellas ...

Rommel Contreras /20-11-23

Serie: 𝓔𝓵 𝓣𝓻𝓪𝓼𝓹𝓪í𝓼 𝓭𝓮 𝓞𝓻𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮; 𝓕𝓪𝓬𝓱𝓪𝓭𝓪 𝓐𝓽𝓵𝓪𝓷𝓽𝓲𝓬𝓪 𝓭𝓮 𝓥𝓮𝓷𝓮𝔃𝓾𝓮𝓵𝓪


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miércoles, 9 de agosto de 2023

9 de agosto de 1819. La larga marcha del General Urdaneta, con su derrota a cuestas, desde Cumaná a Maturín.

Vista a Cumaná desde el Castillo Viejo (F. Bellermann, 1843),
[desde el Fuerte Aguasanta].

En 1819, las acciones de la Guerra de Independencia en el oriente venezolano, estaban en pleno desarrollo. 

Durante el mes de agosto, el general Urdaneta tuvo que sufrir una derrota en Cumaná y enfrentar una situación difícil con las tropas inglesas, con el ánimo levantisco en esos días.

Ante la ausencia de recursos, algunos soldados ingleses desertaron y otros “fueron pasados por las armas”. 

Decide Urdaneta dirigirse a Cumaná, desde Barcelona, arribando al puerto de Los Bordones, en el área de influencia de Cumaná, llegando día el 3, donde se le une el coronel Domingo Montes con 300 hombres (aunque también se señala que son menos) y recibe pertrechos de Monagas. 

Realiza ataques a las tropas realistas acantonadas en la ciudad y el día 5 inicia un ataque sobre el fuerte de Aguasanta, pero es enfrentado exitosamente.

Urdaneta decide retirarse luego de perder cerca de 150 hombres, entre muertos y heridos. 

“No siendo posible tomar la ciudad, Urdaneta resolvió abandonar la empresa y el día 9, comenzó una larga marcha por tierra con dirección a Maturín. Las lluvias y la falta de víveres, pues hubo días en que se alimentaban las tropas con carne de caballo y otros en que no se tuvo por ración sino una caña de azúcar, obligaron a los ingleses a desertarse en masa y aún a combatir contra los independientes cuando trataron de impedirles la fuga para pasarse a los realistas. El día 20 llegó la división a Maturín reducida a unos pocos hombres. Sólo aquellos valientes venezolanos podían sufrir tanto para conquistar su independencia” (Benedetti, 1887, p. 547).

Por: Luis Peñalver Bermúdez

Para ampliar:

Amenodoro Urdaneta y Neptalí Urdaneta: Memorias del general Rafael Urdaneta. Caracas, Imprenta y Litografía del Gobierno Nacional, 1888. 

Carlos Benedetti: Historia de Colombia. Segunda edición. Lima, Imprenta de El Universo, de Carlos Prince, 1887.

José Manuel Restrepo: Historia de la revolución de la República de Colombia. Bogotá, Imprenta de José Jacquin, 1858.

Sevilla, R. La Guerra de América - Memorias de un Oficial del Ejército Español. Campaña contra Bolívar y los separatistas de América. Editorial - América (Madrid). 1925.

lunes, 7 de agosto de 2023

Epidemias y Enfermedades en la Geohistoria de Cumaná

Hospital de la Caridad de Cumaná; fundado en1789.

Para demostrar cómo se han mantenido las enfermedades y epidemias en nuestro territorio y nuestra ciudad de Cumaná desde la llegada de los europeos hasta nuestros días. Esta prevalencia es motivo de discusiones y mucha preocupación de los ciudadanos y responsables de la sanidad y salud de nuestra ciudad, sin darles soluciones definitivas a esta problemática social. Hemos planteado buscar las causas y consecuencia de cada una de las epidemias y enfermedades que aquí planteamos desde su origen hasta su posible erradicación y curación de las mismas. Solo es un estudio retrospectivo de estas enfermedades, su morbimortalidad y la frecuencia epidemiológica en que se presentan en la zona.

por: Dr. Kelvis Campos

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