martes, 10 de abril de 2018

Palacio Cagigal en Cumaná

Palacio de la familia Cajigal

Antes de ser intervenido.

El edificio que hoy alberga la Residencia Federal de Gobierno, perteneció al iniciar el siglo XIX, al brigadier español Don Gaspar Manuel de Cagigal y Pontón, y a su esposa, la noble cumanesa Doña Matilde Odoardo y Bouchet de Gran Pré de Cagigal. La Cabeza del linaje cántabro de los Cagigal, fue Don Gaspar, primo del Virrey Interino de Nueva España, por lo tanto su residencia cumanesa, era el Palacio del Marqués de Cagigal, ubicado entre las calles de “San Carlos” (actual calle Sucre) y la de “La Candelaria”, calle que antiguamente también se denominó como: “La Matilde”, por el nombre de la Sra. Marquesa (la actual calle “Juncal”), allí nacieron sus hijos Juan Manuel y Alejandro Manuel. El gran geógrafo, científico, explorador y matemático, Don Juan Manuel de Cagigal y Odoardo, nació en esa casa el 10 de Agosto de 1803, como él mismo le expresó al Libertador Simón Bolívar en una carta, y no en la ciudad de Nueva Barcelona, como han expresado algunos historiadores. Hay que tener en cuenta, que don Gaspar fue Gobernador Interino de la Provincia de Margarita entre 1806 y 1807, dejando a su familia en la ciudad de Santa Inés de Cumaná; en 1807 fue nombrado Comandante General de Nueva Barcelona, y se llevó a su familia a vivir en San Cristóbal de los Cumanagotos (hoy Barcelona). A raíz de los sucesos del 19 de abril en Santiago de León, fue promovido a Brigadier y Presidente de la Junta Provincial Gubernativa de Nueva Barcelona, que ejercía cuando le sorprende la muerte en 1810. Debido a su muerte, Doña Matilde se vio obligada a regresar a su residencia en Cumaná, junto a sus hijos, donde el primo de Don Gaspar, que había sido Gobernador de Cumaná y Capitán General de Nueva Andalucía, Don Juan Manuel de Cagigal y Niño, se encargó de la educación y crianza de los niños, y promovió en el año 1813, el segundo matrimonio de la viuda de su primo, con el célebre médico español Don Alonso de Ruiz y Moreno, quien ha sido considerado como uno de los pioneros de la cirugía abdominal (Cesárea) en Venezuela. Después del matrimonio, la pareja y los niños siguieron viviendo en el Palacio Cagigal, y 1815, el Capitán Cagigal y Niño, se llevó los niños consigo a España, para asegurarles una buena crianza y formación esmerada. En 1828, Juan Manuel regresa a su casa en Cumaná, donde se encuentra residenciado su hermano Alejandro Manuel, y estando allí, cumple las funciones de Secretario del General José Francisco Bermúdez, hasta el año 1831, cuando parte para Caracas, donde fundó y dirigió la Academia Militar de Matemáticas de Caracas adscrita a la Universidad Central de Venezuela.

El antiguo Palacio Cagigal, sufrió algunas transformaciones durante la segunda mitad del siglo XIX, dándole esa característica presencia de palacio victoriano, especialmente resaltada durante los trabajos realizados entre 1929 y 1930, cuando fue adquirida por el Ejecutivo Federal del estado Sucre, para que sirviera como Residencia Federal de los Presidentes del Estado Sucre. 

Este Palacio presenta una fachada de estilo neoclásico victoriano, reelaborado en 1930, pero conservando la tapia perimetral del jardín nobiliario con su Arco Triunfal ilustrado, del siglo XVIII, probablemente existente antes de ser usada como vivienda por el Sr. Marqués de Cagigal. Toda la pavimentación del palacio, está constituida por ladrillos hidráulicos italianos victorianos (Florencia), del siglo XIX y de principios del siglo XX. Tanto el zaguán de ingreso, la Biblioteca, la capilla y el Salón de fiestas, están cubiertos por plafones franceses, traídos de París, en latón martillado y repujado en estilo neoclásico victoriano. La terraza que da al patio central, es de estilo Luis Felipe, de mediados del siglo XIX, y restaurado en 1930. El acceso a la Capilla Palatina, está enmarcado por un arco victoriano trilobulado, el cual se repite en la antesala de acceso al jardín nobiliario. Es de gran importancia el amplio comedor victoriano inglés, de paneles de madera acristalados, de lo mejor que se conserva en Cumaná. Hasta hace algunos años atrás, se conservaba el elegante mobiliario colonial y victoriano de la residencia, el cual, lamentablemente ha desaparecido, sin saberse su paradero. Como por ejemplo: las grandes alfombras persas que cubrían la parte central de las áreas sociales, los candelabros-araña de cristal que decoraban todos esos salones y el comedor, los muebles Luis XV de la Sala de Representación, o el gran comedor victoriano con una larga mesa con sillas para 22 comensales, las vitrinas con la platería de servicio y la vajilla de porcelana blanca, mandadas a hacer en Inglaterra, aparte de las obras de arte que decoraban los ambiente. Hay que resaltar, que la Profesora Miriam de Acuña, se dedicó a mandar a restaurar los muebles antiguos que encontró en el Palacio, y al rescate de la valiosa platería y porcelana de servicio. 


Por: Dr. Alexander Castro


lunes, 9 de abril de 2018

Cumaná 500 años: Una Historia Ilustrada


"...un homenaje a Cumaná y sus gentes y es la recopilación de trabajos realizados por cumanenses, originales o por adopción, que le han dedicado parte de su vida a investigar y recrear la historia de la ciudad. Mucha de esta información se encontraba en la cabeza y los archivos de estos estudiosos. Hoy gracias a su generosidad quedan compilados para el disfrute y el estudio de todos. Agradecemos y esperamos que muchas personas amplíen y complementen este compendio y que las nuevas generaciones no olviden los sucesos del pasado y cómo estos han contribuido a ser lo que hoy es Cumaná y lo que podrá ser mañana".
DAVID VELÁSQUEZ CARABALLO
Alcalde del Municipio Sucre - Estado Sucre (2017)






LUIS GERMÁN PÉREZ GÓMEZ

IRAIDETT COTORET BRITO


Supervisión y Coordinación:
Patricia Torres Arzayús  (Urbanista Senior).
María Luisa Cerrillos (Arq. y Urb, especialista en conservación y recuperación del patrimonio y centros históricos).
Diego Andrés Arcia  (Urbanista).


El diseño y publicación de este libro no hubiera sido posible sin el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, quienes a través del Programa Ciudades Emergentes y Sostenibles motivaron a sus autores a plasmar la historia de 500 años de la Ciudad en estas página

Agradecemos la autorización para el uso de fotos y mapas de las siguientes instituciones:
Centro Geográfico del Ejército, España

martes, 14 de noviembre de 2017

El Bautizo de América


Video Youtube El Bautizo de América


Link Youtube

¿Descubrimiento de América?. los intentos por representarlos en mapas como un nuevo lugar desconocido hasta el año 1492.

DESCARGAR VIDEO (mp4 129 MB)

Cortesía de:
Orlando Balbas
Rommel Contreras 

Original publicado por:


domingo, 14 de junio de 2015

LA CASA NATAL DE ANTONIO JOSÉ DE SUCRE (De la incertidumbre a la geometría del espacio real)


  Habiendo ya transcurrido doscientos veinte años (referido a la fecha de publicación de este material) del vil asesinato de Antonio José de Sucre, hijo de Cumaná; es justo anteponer el esclarecimiento del lugar de su Casa Natal ante la magna Conmemoración de los 500 años de la Ciudad. El cumanés don Pedro Elías Marcano, nacido el 5 de diciembre de 18551, ha sido el más dedicado y afortunado de los que nos preceden en la búsqueda del lugar de la Casa Natal de AJS. A finales del siglo XIX y principios del XX, se adelantó una investigación que motiva al presidente del Estado Sucre, General Eliseo Sarmiento, a emitir el Decreto No 1079 del 19 de abril de 1913. El sitio determinado por la tradición y las investigaciones principalmente realizadas por don Pedro Elías Marcano, fue ennoblecido por el ejecutivo del Estado Sucre, con un monumento en memoria del Gran Mariscal de Ayacucho. La figura muestra la ubicación relativa y dimensiones aproximado de la Plaza de Armas del fuerte de Santa María de la Cabeza (resaltado azul). El área resaltada en ocre, se corresponde en el plano de la Comisión de Límites de 1754, con el lugar del hospedaje de Jose Iturriaga y con la parcela norte de las referidas en el plano de los Guardias Marinas (resaltado amarillo en la Figura 15 y 21). Dicha parcela, es parte del área requerida por el Ingenieros Agustín Crame en 1777, para un proyectado cuartel para tres compañías de infantería. Por su ocupada antigüedad verificada (+1753-1793), relevancia, ubicación, linderos, dimensiones y extensión longitudinal en el eje O-E (frente hacia el norte y patio hacia el sur): se puede afirmar que es la parcela original donde don Pedro Elías Marcano, señala la ubicación de la Casa Natal de Antonio Jose de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho. Señalamiento que compartimos y hemos corroborado; utilizando fuentes y métodos distintos.




Autores:     Rommel Contreras y Alexander Castro
                                                                 



sábado, 29 de noviembre de 2014

ANDRES BELLO ANTE LA HISTORIA

Octubre y noviembre recogen las fechas inicial y final de Andrés Bello; de su nacimiento en Caracas, el 29 de noviembre de 1781, y de su muerte en Santiago de Chile, el 15 de octubre de 1865. Un periplo vital de 84 años, repartido en tres etapas: su época caraqueña, de 29 años; su época londinense, de 19 años, y su época santiaguina, de 36 años. Una vida de esfuerzos continuos, con voluntad y dedicación de aprender y ser útil, para erigirse ante la historia como educador, Libertador Cultural de América, y Patriarca de las Letras Americanas.
Hasta junio de 1810, en que, de 29 años, sale hacia Londres con Simón Bolívar y Luis López Méndez, en misión diplomática, a buscar apoyo y reconocimiento ante la Corte inglesa para la independencia venezolana, cumple su labor venezolana, que es la de su aprendizaje básico, de sus primeros escarceos en la educación, con alumnos particulares, tarea que será la fundamental de su vida, y que se inicia con su primer y más significativo discípulo, Simón Bolívar, el futuro Libertador, y su labor administrativa como Oficial Segundo en la Capitanía General de Venezuela, y de sus primeros escritos. Obtuvo en Caracas Bello sus conocimientos básicos en idiomas, latín, inglés y francés, y en matemáticas, humanidades y filosofía, y su título de Bachiller en Artes, expedido por la Real y Pontificia Universidad de Caracas, donde inicia también estudios de derecho y de medicina, que abandona por razones económicas, pero que le dan bagaje suficiente, para ser reconocido ya en Caracas como aventajado intelectual, para, luego, continuar con éxito su formación en Londres, y su tarea docente, que luego será intensa y provechosa en Chile.
En Londres, además de su actividad diplomática como representante de Venezuela, y de otros países americanos continúa sus estudios y realiza profundas investigaciones, fundamentalmente en el Museo Británico, donde fue asiduo visitante por 17 años, cuyos primeros resultados publica, entonces  y basamentan, además de las políticas y diplomáticas, sus actividades docentes, que le permiten su subsistencia. Destaca, entonces su labor periodística, y de difusión, en sus importantes revistas, Biblioteca Americana y El Repertorio Americano. Es la época también de abogar por su regreso a Venezuela, primero y a Colombia, luego, sin éxito, lo que lo obliga a marcar rumbo hacia Chile. Y la época también de establecer familia, contrae matrimonio en 1814, con Mary Anne Boyland, y nacen sus primeros hijos, viudo, vuelve a casarse con Isabel Antonia Dunn, en 1824. En su larga vida, Bello ve nacer y crecer sus hijos, tres con Mary Ann y doce con Isabel, quince en total; pero también ve morir a ocho de ellos, tres infantes y cinco adultos.
En Chile, la más amplia y conocida de las etapas de su vida, es su total dedicación a su labor civilista y educativa, donde se destaca en su tiempo y para la historia, como jurista, político, consultor, científico, historiador, gramático, filólogo, lingüista, educador, internacionalista, legislador. Y su labor docente, enriquecida con su tarea rectoral al frente de la Universidad de Chile, desde la fundación de la institución en 1843 hasta su muerte en 1865, a lo largo de 22  años, dedicados al desarrollo de una tarea educativa de gran aliento y significación, que enriquece en sumo grado su labor pedagógica que contribuye en grande a reconocerlo como “el gran Humanista de América”. Se proyecta entonces como paradigma intelectual de Hispanoamérica, y Chile lo ostenta como uno de sus preclaros connacionales.
La obra de Bello en su amplitud y profundidad comprende: sus poemas y silvas, El análisis ideológico de los tiempos de la conjugación castellana, Gramática castellana, Gramática latina, Filosofía del entendimiento, Código civil, Derecho internacional o de gentes, Derecho romano, Cosmografía, Estudios filológicos, educativos, históricos, su obra periodística, y su rico epistolario. Su obra, copiosa para “un solo hombre y una sola vida”, obra profunda, extensa, variada y rica, su publicación abarca ya 26 tomos, en la edición caraqueña, organizada con dedicación, disciplina, amor, admiración  y sumo cuidado por la Comisión Editora designada para tal efecto.

Las temáticas, variadas y ricas, comprenden, además de su valiosa actuación como columnista y difusor, diversos aspectos del quehacer humano, y de la naturaleza, que unida a su labor entre otras, en el campo jurídico, administrativo y gubernamental, expresan  su valiosa actuación en los tres países en que le tocó vivir y actuar, para ser conocido históricamente como hombre de cultura, y para la cultura de un pueblo, en suma: educador y civilizador, sin parangón en nuestro ámbito hispanoamericano. Ejemplo fecundo, para las nuevas generaciones.

por:  Gilberto J. López

miércoles, 12 de noviembre de 2014

EL ARCHIVO DE MIRANDA

En sus distintos viajes y circunstancias, Miranda se aficionó a recoger y conservar, anotándolo, todo lo que veía y obtenía. Así fue reuniendo un gran número de papeles, folletos, tarjetas, programas artísticos, cartas, negociaciones, referencias, invitaciones, recomendaciones, impresiones y observaciones anotadas de su propio puño y letra, con lo que conformó un extraordinario archivo, copioso como sus propias aventuras y largo caminar por las más importantes sendas de su época. Será constante de su vida: la compra de libros, la visita de lugares, iglesias, hospitales, instalaciones militares y fortalezas, conventos, museos, bibliotecas, universidades, puertos, conciertos y representaciones teatrales, campos y regiones agrícolas, admirando y describiendo paisajes, y el conocer connotados personajes de las regiones visitadas, hombres y mujeres: políticos, clérigos, artistas, filósofos, escritores, cortesanos, en cuyas conversaciones no falta el conocimiento e intercambio de libros, y el amor correspondido de alguna damisela, para el solaz de sus noches solitarias. Todo registrado en sus Diarios y recogido en su fenomenal Archivo.

Ese impresionante archivo, producto de la acuciosidad y amplitud de miras de un fabuloso personaje, fue llamado por él mismo “Colombeia”, conformado ahora por 63 tomos. Hoy se dispone de una versión digitalizada de ese archivo, producto del esfuerzo del Gobierno bolivariano por conservarlo y difundirlo.

Pero ese archivo no reposaba tranquilamente en la londinense casa mirandina de Grafton Street (hoy Grafton Way); parece que siempre se movía, viviendo las mismas vicisitudes de su inquieto propietario.

Ya en Venezuela, en su última gran aventura, de 1810 a 1812, Miranda lo llevaba consigo, y nutriéndolo con nuevos papeles. Después de la Capitulación de 1812, y previendo su incumplimiento por Monteverde, Miranda hace gestiones para salir por La Guaira. Aspiraba llegar a Cartagena, para con el apoyo de Nariño reemprender la lucha. Miranda envía su archivo a La Guaira para ser embarcado en la goleta inglesa Saphire, para trasladarse a Curazao. Apresado Miranda en la Guaira, en la infausta madrugada del 30 de julio, quizás no supo más de su archivo, para aumento de sus tormentos y desesperación en las prisiones de La Guaira, Puerto Cabello, Puerto Rico y La Carraca, de Cádiz, hasta su muerte el 14 de julio de 1816.

Sin embargo, el archivo también siguió su particular aventura. Según lo referido por Gil Fortoul, en nota 3, p. 172 de su Historia Constitucional de Venezuela, el archivo de Miranda fue a parar a Curazao, en manos del Gobernador Hogdson de esa isla, entonces posesión británica. Hodgson lo envía a Londres a Lord Bathurst, a la sazón Ministro de Guerra y Colonia, quien lo lleva a su castillo de Girencester en Glouseterhire. Allí lo descubre en 1922 el historiador norteamericano Robertson. En 1924 el historiador Caracciolo Parra Pérez confirma el hallazgo y lo participa al Gobierno venezolano, y por orden de éste lo compra en 3.000 libras esterlinas al Lord Bathurst, de entonces. Fue publicado bajo la dirección del historiador Vicente Dávila. Los papeles correspondientes a 1810-1812 fueron comprados por el historiador venezolano Marqués de Rojas a Leandro Miranda, hijo del Precursor y lo entregó a Rojas Paúl, Presidente de la República. Durante mucho tiempo el archivo mirandino estuvo en la Academia de la Historia. Hoy se encuentra en las bóvedas del Archivo General de la Nación.

Así se recuperó para las generaciones posteriores este interesante y colosal aporte mirandino, la fuente más segura de información para conocer, entender y justificar las acciones de este extraordinario pensador y combatiente de la libertad, revolucionario cabal que le cupo en suerte participar en las grandes revoluciones de su época: la estadounidense, la francesa y la hispanoamericana. Honor y gloria a nuestro insigne compatriota.


por: Gilberto J. López



                       Los papeles de Miranda                                          

jueves, 30 de octubre de 2014

SIMON RODRIGUEZ Y EL LIBERTADOR


Para muchos historiadores e intérpretes de nuestra historia, Simón Rodríguez brilla en su vida sólo como el maestro de Bolívar. En verdad, fue maestro de Bolívar. Era el hombre que imbuido del nuevo pensamiento impulsado por la Ilustración vio en su alumno Simón Bolívar el niño rico, huérfano, vivaz e inteligente, para ser moldeado, según las ideas educativas propaladas por Juan Jacobo Rousseau. Y por ser maestro, que concebía una nueva escuela y una nueva pedagogía, que rompía con todos los principios que como antiguallas venían del viejo orden, teológico y clerical, se le consideró un loco, de ideas estrafalarias. Con esta visión, se le identificó en su vida y se le ha querido distinguir, en el presente histórico, de ayer y de hoy.

Pero Simón Rodríguez, más que un maestro, aunque vivió mayormente de la enseñanza, fue un filósofo, un pensador social profundo, que visualizó un nuevo hombre y una nueva sociedad, y que recogió sus reflexiones en obras capitales, muchas desaparecidas, pero que afortunadamente sobrevivieron para el estudio y análisis de hoy: “Sociedades Americanas en 1828” y “Luces y Virtudes Sociales”, con otras no menos importantes como su Defensa de Bolívar, Consejos de Amigo dados al Colegio de Latacunga, y sus Reflexiones sobre los defectos que vician la Escuela de primeras letras de Caracas (1794), y otras, relativas a informes técnicos de ocasión, y sus artículos periodísticos.

Este hombre, que en la opresiva vida colonial venezolana, se atreve a formular reparos a la Escuela de Primeras Letras de Caracas, cuando era maestro en ella, y que es señalado como supuestamente implicado en la conjuración de Gual y España, de 1797, se vio obligado, a los 26 años, a abandonar nuestro país, y con un insaciable afán de caminante, se dio a visitar, en un trashumante peregrinaje, las Antillas, los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Prusia, Polonia, Rusia, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, sin llegar a España, y sin volver a Venezuela, hasta morir de 84 años, en Amotape, Perú.

Agudo observador, aprendiendo y enseñando- hasta en Rusia tuvo una escuela - idiomas, filosofía, ciencias, ensayando métodos pedagógicos, una nueva e ingeniosa tipografía para difundir sus escritos, y plasmando un pensamiento revolucionario, opuesto en todo al viejo orden medieval, y proponiendo a la educación, como el medio de creación del nuevo hombre para los nuevos tiempos.
Cuando vio a Bolívar en la cúspide de su poder, y que orientaba sus pasos hacia la materialización de los nuevos ideales, buscó su regreso a América, para reencontrase con el grande hombre, el único capaz de entenderlo y de hacer materializar sus sueños sobre la vida social novedosa que aspiraba.
Los dos titanes se encontraron, para recordar sus vaivenes y aventuras europeas, y para –en medio de las viejas oligarquías de las regiones andinas- intercambiar ideas sobre lo necesario de hacer para las nuevas repúblicas y lograr el hombre republicano.

El estadista y el filósofo, soñadores ambos, pero el uno atosigado por la gloria, y el otro, por el afán de las realizaciones, y ambos, con el afán de hacer. El creador de repúblicas pone en manos del nuevo pedagogo, la dirección de los asuntos educativos para los nuevos tiempos. Dos tareas y dos destinos distintos; uno siguió su camino hacia la gloria, pero también hacia el ocaso, en su temprana muerte; el otro, como maestro incomprendido, aun hasta por el propio Sucre, a cuyo cargo quedó, para luego como incansable andariego por la Cordillera, de pueblo en pueblo y de fracaso en fracaso, morir pobre y abandonado, considerado como loco, por su profundo y desacostumbrado pensamiento.
Rodríguez chocó con los intereses de los aristócratas oligarcas terratenientes, y los teólogos y clérigos del viejo sistema, su obra era un tremendo taladro que horadaba profunda y poderosamente los viejos intereses y concepciones, que se convirtieron en inmenso valladar donde se estrellaron irremediablemente las ideas de avanzada del genial filósofo y pedagogo.

Hubo que esperar nuestro tiempo, en el umbral de una nueva revolución, para que el ideario de Rodríguez, pieza fundamental en el pensamiento social latinoamericano, empiece a ser revalorizado verdaderamente, y reconocido su autor como un adelantado en su época. Consciente y profundamente convencido del significado de sus propuestas, en momentos de desesperación al no encontrar apoyo, ausente ya el Libertador, tuvo razón el maestro cuando alguien queriéndolo tranquilizar le dijo: “Sabemos que Usía ha sido el ayo de su excelencia”, y expresóle inmediatamente: “Qué ayo, ni qué zarandajas“. “Yo no estoy aquí por ayo de nadie. He venido a realizar una gran obra y ese es mi único título. No tengo padrinos, ni protectores, ni valedores. Vengo a echar las bases de una República verdadera. Que no han sabido hacerla hasta ahora. Ni la van a poder hacer mañana. ¡No! Porque no empiezan por donde hay que comenzar”. Y recalcando su vocación de servicio americanista, le escribe a Bolívar, desde Guayaquil, el 7 de enero de 1825: “Yo no he venido a la América porque nací en ella, sino porque tratan sus habitantes ahora de una cosa que me agrada, y me agrada porque es buena, porque el lugar es propio para la conferencia y para los ensayos y porque es usted quien ha suscitado y sostiene la idea”.

Visto como un pensador recalcitrante, era en verdad un soñador que creía ciegamente en la transformación del hombre y de la sociedad. 

por:  Gilberto J. López

viernes, 24 de octubre de 2014

ANIVERSARIO DE LA MISIÓN SUCRE

El pasado sábado 11 de octubre, 2014, cumplió su décimo Primer Aniversario, llevando luces en una población venezolana que la requería y que había permanecido marginal por décadas de hegemonía oligarca alentada de manera intencional por las fuerzas imperialistas influyentes en el país. La Misión se caracteriza en la actualidad por la presencia en el activismo estudiantil de venezolanos de todas las edades. Como referente de Educación Transformadora la Misión Sucre fue lanzada al activismo educativo por el Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, el 11 de octubre de 2003, como parte del programa revolucionario (Decreto Presidencial 2061 del 8 de septiembre de 2003: http://misionsucreiutminforma.blogspot.com/ consulta del 20 de octubre de 2014).

“En la Misión Sucre se conjuga una visión de justicia social, con el carácter estratégico de la educación superior para el desarrollo humano integral sustentable, la soberanía nacional y la construcción de una sociedad democrática y participativa, para lo cual es indispensable garantizar la participación de la sociedad en la generación, transformación, difusión y aprovechamiento creativo de los saberes y haceres” (Denis Linares, 26 de julio de 2007: http://misionsucreiutminforma.blogspot.com/ 20 de septiembre de 2014).

Entre los objetivos fundamentales de la Misión Sucre se pueden señalar los siguientes:
1)     Facilitar la incorporación y prosecución de estudios en la educación superior de todos los bachilleres, en concordancia con los postulados de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
2)     Garantizar el acceso (a los centros de educación universitaria) a los nuevos bachilleres que egresen de la Misión Ribas.
3)     Promover la reflexión, discusión, concepción e implantación de un nuevo modelo educativo universitario y formar los ciudadanos profesionales requeridos para el desarrollo en los términos de la Carta Magna.
4)     Lograr la incorporación definitiva a la educación superior  de la población de bachilleres que no han podido estudiar en la universidad.
5)     Diseñar e implantar el Programa de Iniciación Universitaria (PIU) que favorece el tránsito de los bachilleres a la educación superior como respuesta al aumento de la matrícula en las instituciones universitarias.
6)      Conformar una red con todas aquellas instituciones y organizaciones que puedan cooperar de manera sustantiva en el desarrollo y consolidación de la Misión Sucre.
7)     Desarrollar  currículos que contribuyan e impulsen el Proyecto de Desarrollo Nacional Endógeno y Sostenible como una  esencialidad con respecto a la necesidad de propiciar un currículo abierto, flexible, dinámico e innovador que desarrolle e innove planes de estudio, metodologías y recursos para el aprendizaje.
8)     Prever e  implementar modalidades de formación como: la presencial, la semipresencial, la educación a distancia, la no convencional, y propiciar la  acreditación de experiencias.
9)     Poner en marcha (originar) estrategias de transformación del Sistema de Educación Superior, con base en el Desarrollo Endógeno y Sostenible, que impacten en lo local, regional y nacional, a la vez que se corrijan las anomalías y desaciertos presentes en este sector educativo (admisión, sesgo social, deserción, calidad de enseñanza, entre otras).
La finalidad de la Misión Sucre se puede resumir como sigue: “La Misión Sucre tiene por finalidad facilitar el acceso y la prosecución de la educación universitaria pública, permanente, integral, gratuita y en igualdad de oportunidades de todas las y los bachilleres que así lo demanden, con el propósito de incrementar (realzar)  el nivel educativo de la población venezolana y formar ciudadanos (as) comprometidos con el desarrollo del país, a través del establecimiento de nuevos modelos educativos universitarios sustentados en la sinergia institucional y la participación comunitaria, con base en los imperativos de la democracia corresponsable, participativa y protagónica”.
       Gracias a la Misión Sucre, Venezuela no tiene más población flotante  en las tinieblas universitarias, y se ubica como el quinto país en el mundo con libre  acceso a la educación universitaria y el segundo en América Latina.
De acuerdo con las líneas administrativas de la Misión Sucre  ahora las y los estudiantes universitarios no deben, o tienen que,  migrar de sus pueblos de origen para poder realizar una carrera universitaria, pues cuentan con  las Aldeas Universitarias, en su entorno inmediato.
Al respecto está pendiente  lanzar como refuerzo  el Plan Ofensiva Ayacucho, un programa intensivo para expandir la Misión Sucre, basada en cinco líneas estratégicas.
La Misión Sucre es un plan educativo pionero en la municipalización de la educación universitaria, a escala nacional, con la puesta en funcionamiento de más de 1.300 aldeas universitarias en las que se imparten clases para formar a los venezolanos.
En un principio su objetivo era graduar a más de 400.000 personas relegadas de la educación universitaria en la IV República, pero debido a su capacidad de expansión se ha convertido en otra forma de ingresar en los estudios de cuarto nivel.
La Misión contempla 26 áreas de formación: Enfermería, Derecho, Actividad Física y Salud, Sistemas e Informática, Artes Plásticas, Tecnología de la Producción Agroalimentaria, Geología y Minas, Medicina Integral Comunitaria, Formación de Educadores, Hidrocarburos Gas, Hidrocarburos Petróleo, Hidrocarburo en Refinación y Petroquímica, Mecánica, Química, Turismo, Comunicación Social, Estudios Jurídicos, Gestión Ambiental, Gestión Social para el Desarrollo Local, Electricidad, Electrónica, Construcción Civil, Transporte Acuático, Diseño Integral, Administración e Información y Documentación.
Se trata de un compromiso científco-educativo, al estilo de cualquier capitulación independentista y emancipadora,   firmado por la Revolución Mirandista-Bolivariana, conducida en su oportunidad por el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías. Una vez más se pone al servicio de la comunidad en extenso la Educación de rango universitario, con proyecciones populares  en sintonía con el mensaje de Simón Rodríguez. Por la recuperación de nuestras inteligencias  ¡Seguiremos Triunfando!

Adaptación: Prof. Celestino Flores


Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/mision-sucre-alcanza-su-decimo-aniversario-educacion-transformadora/ (Consultado: 20 de octubre de 2014)

Por una Patria y una Madre Tierra sanas y habitables para todos y para siempre, desde Cumaná, a los 22 días del mes de octubre de 2014. Cordialmente Prof. Celestino Flores, invocando el apoyo de las fuerzas revolucionarias Mirandistas Bolivariana