jueves, 13 de abril de 2023
jueves, 6 de abril de 2023
Reunión Ordinaria de la 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐆𝐞𝐨 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐒𝐮𝐜𝐫𝐞
Reunión Ordinaria de la 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐆𝐞𝐨 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐒𝐮𝐜𝐫𝐞. Hoy, nos reunimos en la 𝑷𝒍𝒂𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑯𝒆𝒓𝒐𝒆𝒔 𝒚 𝑯𝒆𝒓𝒐í𝒏𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝑪𝒂𝒏𝒕𝒂𝒖𝒓𝒂 ! a orillas de la calle. Pero hicimos una sabrosa y fructífera reunión.
sábado, 1 de abril de 2023
La nación imperial caribe.
por: Rommel J. Contreras G. / rommeljose@gmail.com / Cumaná - abril de 2023. [Serie: 𝓔𝓵 𝓣𝓻𝓪𝓼𝓹𝓪í𝓼 𝓭𝓮 𝓞𝓻𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮; 𝓕𝓪𝓬𝓱𝓪𝓭𝓪 𝓐𝓽𝓵𝓪𝓷𝓽𝓲𝓬𝓪 𝓭𝓮 𝓥𝓮𝓷𝓮𝔃𝓾𝓮𝓵𝓪]. DOI: 10.6084/m9.figshare.22491805
“Mirar de través a un Caribe es pegarle y pegarle es matarlo o exponerse a que nos mate. No hacen más que lo que quieren, cuando ellos quieren y como lo quieren.”
martes, 21 de marzo de 2023
La crónica, los cronistas de Cumaná y dos sonetos de Paco Damas Blanco, mi padre
Mi padre, Paco Damas Blanco, murió teniendo yo apenas 10 años de edad. Pero ya en ese tiempo, sabía que había sido un buen poeta; lo sabía por su manera de ser, sus amistades, los comentarios que acerca de él solía escuchar, los que mucha gente ilustrada, en la Cumaná de entonces, me hacía. También porque le solía escuchar recitar sus poemas y por bocas de otros, que si bien, por mi corta edad no sabía valorar exactamente, si prendieron en mí para recordarle y vivir como él hubiese querido que viviese. Por razones inherentes a la vida familiar que no es pertinente comentar aquí, en casa no quedó nada de él, en lo que respecta a su trabajo literario; si un inmenso amor de parte de sus hijos Atila, Urania y yo, Eligio, hacia él, por lo hermoso que fue y una fotografía que conservo y tengo en el centro de mi biblioteca y cueva. Es mi dios, tanto que, desde niño, como solemos hacer en nuestra cultura, cuando tengo que jurar lo hago por él. Su trabajo literario quedó esparcido y pienso que, alguna gente, se quedó con alguna parte del mismo y no le dio el valor que merecía. Hay una anécdota de mi vida que me marcó para siempre, pues es mi padre, el centro y motivo. Cuando empecé a estudiar el segundo año de bachillerato en el Liceo Antonio José de Sucre, uno de los más prestigiosos del país, por el esfuerzo de mi madre, tanto que era aquella institución la única que tenía el 5to. año en todo oriente, en el primer mes de evaluación, de 8 asignaturas me rasparon 7 y la única aprobada apenas alcanzó la mínima nota de 10 para ese fin, por cierto Historia Universal. Era yo el único muchacho de mis barrio, el "Río Viejo" y , que, como suelo decir, "queda en el del camino hacia Las Palomas", por ser este uno de mayor número de habitantes y recursos, tanto que queda entre la desembocadura del río Manzanares y la playa de Castillito, que había alcanzado la fama y honor de entrar aquella prestigiosa institución escolar. Quería, como mi padre, ser abogado. A temprana hora de la noche del día cuando se celebró el consejo de sección respectivo, para dictaminar de manera definitiva sobre los resultados de la evaluación, como acostumbraba desde algún tiempo atrás, me dirigía hacia el billar de Domingo Ramírez, ubicado detrás de la catedral, cuando se me atravesó "la virgen". Ella vivía en una casa que estaba justamente al frente del billar. Quizás, venía de la iglesia misma, pues le quedaba cerca y sé que era muy devota. Aquella virgen, ya solterona, la llamo así por la edad que entonces había alcanzado, pese su belleza física, espiritual y formación intelectual, era la profesora Zenaida Varela, docente al servicio del instituto donde yo había entrado como un polizón y era su alumno en historia Universal. Por cierto, tuve la fortuna de, pasados los años, entrando ya ella en la ancianidad, de hallármela en el funeral de mi prima Noema Fuentes Serrano y poder volver a hablarle y agradecerle lo que de seguidas contaré y además, por haberme preguntado, decirle, "soy profesor de historia y lo soy, por lo mucho que usted dejó en mí". La virgen que, como dije, salió detrás de un grueso árbol, se me atravesó en el camino y se paró frente a mí. "¿Para dónde vas tú?" "Vas ahora, como siempre a pasar la noche en ese antro? ¿Sabes bien cómo saliste en este, tu primer mes de evaluación?" Me informó en detalle acerca de mis notas y de lo que de mí se dijo en aquella reunión docente. Y luego continuó: "¿Sabes una vaina? Tú no eres hijo de ningún pendejo de este pueblo. Ese liceo está lleno de muchachos hijos de gente que tiene real y pocos méritos. Tú y yo, como todo el mundo en esta ciudad, sabemos quién fue tu padre. Y por él, tú tienes un enorme compromiso. No puedes, estando en ese liceo, hacerle avergonzarse en su tumba. Sentí un dolor enorme por lo que allí se dijo del hijo de Paco Damas Blanco y la propia evaluación que yo de ti hice". Siguió hablando, mientras yo me mantenía inalterable con la cabeza abajo, paralizado todo, salvo del poder escuchar y sentir como aquellas palabras inundaban mi cuerpo y alma toda. A partir de ese momento comencé a ser una persona absolutamente diferente y eso influyó radicalmente en mi posterior rendimiento estudiantil y en lo que he sido a lo largo de la vida. Sabía que papá tenía fama de ser un excelente orador, tanto que, dentro de lo logia masónica a la cual perteneció, ganó más de un concurso nacional de oratoria y que sus poemas los escribía en papeles de estraza, ese de envolver en las bodegas y los regalaba y dejaba en cualquier parte. También escribió en muchos medios y dirigió unos cuantos, de los cuales ahora apenas comienzo a saber los nombres, porque se está produciendo un milagro. Es bueno recordar además que, en los tiempos de mi padre, la logia masónica estaba llena de poetas, narradores, en general, de intelectuales. Arévalo José Patiño, quien se graduó de maestro en la escuela normal de Cumaná y luego se graduó en la UCV y terminó siendo profesor de la ULA, todos los sábados, siendo yo un niño, declamaba poemas de mi padre en la Radio Sucre, la única emisora de la ciudad. Seis o siete poemas en cada programa. Años más tarde, muchos quizás, en dos, de las tantas oportunidades que estuve en Mérida, traté inútilmente de contactar a Patiño para saludarle y hablarle de este asunto y no fue posible. Un amigo suyo y primo mío, que sirvió de intermediario para lograr esa entrevista, terminó diciéndome, "primo, no sé por qué, pero Arévalo, te está evadiendo". Y supe que mi padre, escribió abundantemente en el periódico cumanés, "El Renacimiento", dirigido y editado por Juan José Acuña. Cuando tomé conciencia del valor y significado de mi padre y empecé a madurar la idea de buscar donde fuese para rescatar su trabajo creativo, se me atravesaron en el camino muchos obstáculos. Primero la pobreza material, luego el haberme involucrado en la lucha clandestina durante los gobiernos de Betancourt y Leoni. Tuve que terminar mis estudios casi tardíamente por aquellos avatares; luego lo exigente del trabajo docente, pues estuve obligado a trabajar hasta 50 horas semanales para poder cumplir mis obligaciones. Sin dejar a un lado que me convertí en esposo y padre de dos niñas. Al fin, sin abandonar aquella idea, llegado a la jubilación, a una avanzada edad, pero en condiciones físicas e intelectuales para llevar a cabo mi tarea, sobrevino lo que ahora vivimos que frustró mis propósitos. Para esos fines, además de tiempo y voluntad, necesitaba recursos, como irme a Cumaná por largos períodos a jorungar donde fuese menester. Intente por varios medios y personas, aprovechando las redes, de hallar algo. En esos días hallé un libro de la Editorial del Caribe titulado "Cien + 20 poetas orientales" del "Fondo Editorial del Caribe". Allí, en la sección correspondiente al Estado Sucre, aparecen poetas posteriores a mi padre, pero él no. Mi padre nació a finales del siglo XIX. Aquellos tuvieron una vida distinta, familia, recursos y amigos que de su obra literaria conservaron y hasta tuvieron la suerte de ser editados. Logré conseguir el correo electrónico de quien se encargó de la recopilación respectiva al Estado Sucre y le envié un mensaje donde le informé lo que sabía de mi padre y le pregunté sobre algún indicio que tuviese sobre él. Lamentablemente, el personaje, de quien dicen es un poeta, me respondió como un necio y hasta intentando burlarse de mí y hasta de mi padre; y actuó así porque no hizo investigación alguna, sino simplemente se limitó a recopilar lo que había sido editado en libros, no mucho tiempo atrás. Si supiera lo que ahora de él pienso. Por ejemplo, en ese libro que he mencionado, aparece el buen poeta que fue Julio Zerpa. A quien tuve la fortuna de conocer y ser amigo de sus hijos. Se trata de un poeta posterior a mi padre, que cuando estaba escribiendo sus poemas, ya mi padre había muerto. Tengo en mi biblioteca un libro de poemas suyos, editado con anterioridad al del Fondo Editorial del Caribe. Yo había conseguido, en la prestigiosa y rica biblioteca del Dr. Víctor Manuel Ovalles, uno de los fundadores de la escuela de Farmacia de la UCV y abuelo de los poetas Caupolicán y Lautaro Ovalles, mis amigos, un largo folleto de mi padre donde trataba un tema literario. En los avatares de la lucha clandestina, una mañana, estando en una residencia de estudiantes de la Universidad de Carabobo, en Valencia, la Digepol, aquel espacio allanó. Yo, intentando deshacerme de lo que pudiera denunciarme, lancé a un cesto de basura un montón de papeles y con ellos aquel folleto y el original de la primera novela que había escrito. Nos detuvieron a unos 10 jóvenes unos tres meses. Pocos días atrás, quizás un mes, escribí un artículo que coloqué en Aporrea dirigido a alguien que aspira a ser cronista de Cumaná, en el cual le solicité, de llegar a esa posición, rescatase el archivo del diario "El Renacimiento", lo que yo pudiera aprovechar para buscar a mi padre. La respuesta que recibí, todavía no logro entenderla, pese la he leído varias veces. Antes le escribí por lo menos en dos oportunidades, al cronista de Cumana Dr. Ramón Badaracco, planteándole el mismo asunto. Por lo menos este, hermano de quien fuese un buen amigo nuestro, tuvo la decencia de no responderme nunca. Pero "Dios aprieta, pero no ahoga" y de buena gente está lleno el mundo y lo que vale, la verdad, pese las maledicencias y las malas voluntades, sale a flote. Pocos días atrás, un buen samaritano, habitante de Cumaná, Rommel Contreras, investigador, de quien nada sabía antes, por haber leído mi trabajo y reclamo en Aporrea al aspirante a cronista de Cumaná, me sorprendió dos veces seguidas. En la primera de ellas me envió la fotografía de un viejo diario cumanés "EL Agramante", de 1908, dirigido por mi padre y en el cual hay un largo trabajo suyo titulado "el parto de los montes", que quien lo lea percibirá la enorme cultura de su autor. En la segunda oportunidad, quien desde ya se ha convertido en gran amigo, aunque creo lo ha sido desde siempre, sin que lo supiésemos, dados los motivos que en ambos anidan, me sorprendió enviándome dos sonetos, escritos por mi padre, en 1924. De los cuales, el cronista de Cumaná, Ramón Badaracco, sabía y no tuvo la generosidad de hacérmelo saber. Aunque debo agradecerle que, cuando los hizo conocer, en una publicación llamada "Sucre", con motivo del bicentenario de la batalla de Ayacucho, en el año 2016, dijo: "SUCRE" abre sus páginas, emocionado, recogiendo lo mejor del desarrollo de los acontecimientos. En la primera página publica dos sonetos que envidiaría el gran Rubén*, con la firma de Paco Damas Blanco. *Por supuesto que "el gran Rubén", es Rubén Darío. Eso lo escribió Badaracco, no yo. He aquí los dos sonetos de mi bello e inolvidable padre, aquel ser humano que me sentaba en sus piernas y me narraba las "hazañas" de Don Quijote de la Mancha. SUCRE La virtud en su frente reverbera Y el amor a la patria en su memoria… En los rojos eriales de la historia Es un blanco jazmín de primavera. De tal suerte Bolívar le venera Que deponiendo su ambición de gloria Con el comparte la final victoria De Ayacucho al confiarle la bandera.
No aspirando acopiar tantos blasones En la sangrienta y dolorosa vía De la bandera en el azul celaje Solo recoge el férvido homenaje De siete estrellas que el Creador le envía.
BERMUDEZ
Nos refiere la épica leyenda, Que aún bajo el fuego de infernal contienda Su acero es rayo de esplendor fecundo. Caracas contemplole, furibundo, Cuando al huir de su guerrera tienda, ¡Recibe en la derrota rara ofrenda!... De extraña dama de "aguijón inmundo".
Y del palacio do dama habita Con su espada inmortal cifra la puerta, Y al volver grupa a la contraria gente, Arrogante y sublime aquel valiente, Exclama con honor: ¡Para la vuelta! |
Ver Historial completo ... Blog Laberintos de Cumaná
martes, 14 de marzo de 2023
El Golfo Triste
sábado, 25 de febrero de 2023
La región y el desarrollo: por qué el Caribe es cómo es
miércoles, 22 de febrero de 2023
CONFLICTOS EN LA HISTORIA DE CUMANÁ
Las luchas indígenas
LAS LUCHAS COLONIALES
La lucha por la independencia
La Federación
La Época Contemporánea: Las luchas antigomecistas
La Presencia de los Partidos Políticos Contemporáneos
jueves, 22 de diciembre de 2022
martes, 29 de noviembre de 2022
Cumaná: En Prospectiva Geo Histórica, siglos XVI al XVIII
Audio e imágenes de la 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 "Cumana en Prospectiva Geo Histórica: Siglos XVI al XVIII" 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐂á𝐦𝐚𝐫𝐚 𝐌𝐮𝐧𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐥 del municipio Sucre, en homenaje a los 507 años de la 𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐂𝐮𝐦𝐚𝐧á (parte I y II de III).
domingo, 27 de noviembre de 2022
Glosa a LA CIUDAD DE ORO de Ramón Badaracco.
Badaracco: El puerto histórico de Cumaná toca la leyenda por su antigüedad, es la historia del nauta que cuenta Bartolomé de Las Casas en 1521, y repite Juan Manzano Manzano, en 1972. Es el puerto de que hablan Ángelo Trevisan y López de Gómara, en 1494, y todos los cronistas de indias y expedicionarios que siguen la ruta de Colón. Cumaná es leyenda e historia, es el lugar sagrado de los primeros mártires cristianos, y tal vez de la primera misa.
Rommel: A finales de 1513 o principios de 1514, dos frailes dominicos: Fray Francisco de Córdoba y Fray Juan Garceto, fueron martirizados en la costa de Cumaná abajo; todos entendemos al leer también a Pedro de Cordoba que se trata de Santa Fe. Ese primer martirio no sucedió en la misión Franciscana de la boca del Río Cumaná. Bartolomé de las Casas bien lo reseña; no sé cuáles razones o documentos tiene R.B. para mover los hechos hasta Cumaná. Y si el martirio fue en Santa Fe, es de suponer que también allí se hicieron las primeras misas en la Tierra Firme.
“…fray
Francisco de Córdoba, y el hermano fray Juan Garcés, lego, fueron su viaje, y
díjose que con alegría iba cantando aquello de David: Montes Gelboe nec ros nec pluvia cadat super vos, ubi ceciderunt fortes
Israel. Llegados a tierra firme, salieron en cierto pueblo, que por mi
inadvertencia no procure saber, cuando pudiera, como se llamaba, él debía ser,
según imagino, la costa de Cumaná abajo. Los indios los recibieron con alegría,
y les dieron de comer y buen hospedaje, a ellos y a los marineros que los
llevaron, y después de que los marineros descansaron, tornaronse á esta isla,
de donde los oficiales del Rey los habían enviado”. Ver: Fray Bartolomé de las Casas. Historia de Las Indias.
Imprenta de Miguel Ginestas, Madrid. 1875. Tomo IV, Pág. 42.
Badaracco: Todos los pueblos tienen derecho de escribir su historia; es decir no necesitan que vengan a escribirla historiadores de otros pueblos, sobre todo aquellos interesados en menoscabarla, en cambiarla, en beneficio de la historia de sus pueblos. Nuestra historia de la fundación ha sido hecha y escrita por dos santos maestros: Bartolomé de Las Casas y Pedro de Córdoba, con eso nos basta.
Rommel: Me pregunto: si estamos claro que Bartolomé de las Casas y Pedro de
Córdoba nos legaron la crónica de nuestro inicio: ¿entonces por qué deformarla
o adornarla?
Dice Arístides Rojas:
”
Nuestra historia no ha sido todavía escrita … pero hemos llegado ya a la época
en que deben aglomerarse todos los datos, aclararse los puntos dudosos,
rechazarse las fábulas, estudiarse los pormenores a la luz de la filosofía,
cotejarse, restablecerse las épocas y descubrir el verdadero carácter,
tendencias, influjo de cada uno.” En: Arístides
Rojas. Introducción
a las Leyendas Históricas de Venezuela, Edición Privada, Caracas
Imprenta de la Patria, 1890.
Badaracco: Cumaná fue la primera ciudad fundada y desarrollada por el Imperio Español en el Continente Colombino. La primera en el continente donde un pueblo indígena, los Kaimas, aceptaron unirse a los colonizadores españoles, para formar una ciudad. El primero en toda América, porque en otros sitios anteriores a Cumaná, se intentó la misma conquista que se llevó a cabo en las islas del Caribe, una conquista sangrienta y esclavizadora.
Rommel: Antes de Cumaná se iniciaron otras asientos y
pueblos, lo relevante de Cumaná es haber pervivido y existido sin solución a
pesar del clima, de los terremotos, del río y de otras desavenencias que
incluso tienen que ver con su carencia de historia documentada y el amor por lo
patrimonial. Como ejemplo: los cumaneses no sólo ignoran donde nació la ciudad,
también ignoran donde nació el más grande de los héroes del panteón cumanés: el
Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Ahora bien, sus KAIMAS son uno de los pilares de mi crítica. Los
historiadores y científicos de la Costa de las Perlas (región de la Tierra
Firme) hablan de Parias, Chaimas, Tagares, Guaiqueires, Tomusas, Palenques,
Chacopatas, Piritus, Cocheimas, Topocuares, Characuares, Coacas, Cores,
Kariñas, Chotos, Cumanangotos, Salivas, etc., además de los invasores Caribes y
de los anteriores a ellos, los arahuacos (o arawacos) ¿De dónde saca esos
incognitos KAIMAS? Esos Kaimas no fueron reportados por aquellos que vieron y
reconocieron lo que aquí había en el siglo XVI, entre ellos: Castellano,
Bartolomé, Ocampo, Castellón, Montesinos, Serpa, De las Varillas, etc. ¿Cómo
desaparecieron sin dejar rastros en los siglos subsiguientes? Usted dice que fueron “los
KAIMAS los que aceptaron unirse a los colonizadores españoles”, lo que no
se corresponde con la realidad: los únicos indígenas en los alrededores de la
misión franciscana de Cumaná, reportados por las Casas y los sucesores
cronistas, fueron hombres de la nación Guaiqueries
y Chaimas. A los cuales los
conquistadores bautizaron con el remoquete de “guatíos”; que significaba pacíficos, leales, amigos y serviles. Lo
que no quiere decir que les faltó arrojo y valentía para legarnos estas tierras
al defenderla de los invasores Caribes: En el mar aledaño a Cumaná, le
sorprendió el amanecer a los Caribes,
compitiendo con los castellanos por los mismos objetivos (alimentos, esclavos,
y subyugación).
Badaracco: Esta es nuestra verdad histórica y así debe ser respetada y promovida; no pensamos en restarle méritos a ningún pueblo de Venezuela ni de América, pero la historia es la historia, y es inmutable cuando está probada con documentos y bendecida por testigos fehacientes, y obedece a reglas, aunque se preste a interpretaciones y equívocos más o menos justificables.
Rommel: Siempre
la verdad será compañera de la razón. Lo que falta mostrarnos son los
documentos fuentes probatorios de algunas de sus aseveraciones. Como, por
ejemplo: Los incógnitos KAIMAS. Y prueba no es aquella que proviene de la boca
o de la mano de otro actor posterior a los hechos; como por ejemplo en el caso
de Tavera Acosta con su libro Venezuela Pre-Coloniana; (Lit. y Tip. Casa de
Especialidades, 1930).
Badaracco: La historia de la formación del pueblo de Cumaná, constituido por los indígenas de la tribu Kaima Caribe, los misioneros dominicos y franciscanos de Pedro de Córdoba, la servidumbre, la protección militar, los obreros especializados españoles, que se emplearon para la construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista y la explotación de la Sal y las perlas, y los templos que ordenó construir el Rey Fernando, etc. y muchas familias españolas dedicadas a la explotación de perlas, que ya estaban radicadas en Puerto de Perlas, más toda aquella gente que fue ignorada por cronistas e historiadores, debido a la prohibición establecida por La Regencia, en la Cedula Real del 3-09-1516 que establece: ‘’Para que en cuanto a la voluntad de su Alteza fuere, ninguno vaya ni pase a la costa de las perlas donde están los dominicos- La reina y el rey. (Se copia más adelante).
Rommel: Ya hemos avanzados con lo
de los KAIMAS, pero Dr. Ahí es donde viene el arroz con mango, como se puede
mezclar a la tribu que supuestamente recibe y hace buen trato con los
conquistadores castellanos, con los indios Caribes. Los reyes de Castilla y de
Aragón desde el inicio hicieron la guerra a los Caribes. El mote de Caribe era
suficiente argumento para esclavizar a un indígena, a una tribu completa, o
exterminar a un territorio. Los cumaneses originarios nada tienen que ver con la
nación Caribe. Doscientos años antes de la llegada los españoles, se
presentaron los Caribes: a hacernos la guerra y el pillaje. Una buena parte del
pueblo Chaima buscó refugio en las
montañas de la Serranía Interior, donde en los subsiguientes siglos fueron
alcanzados por los misioneros. Y los que se quedaron en la medianía del Golfo
de las Perlas (en nuestro caso, Guaiqueríes, Chaimas, Tagares, y otros)
subsistieron a pesar de su inferioridad para enfrentarlos, alertas al grito
¡Vienen los Caribes! Querido Ramón, a los muertos también hay que tenerles
respeto; no podemos unir, ni en juego, a los Caribes con los Chaimas o con los
Guaiqueríes; ofendemos con ello a los uno y a los otros. Afortunadamente el yugo físico con iberia ha
desaparecido, sólo nos queda el idioma y el yugo cultural; que nos es tan
propio, como lo fueron los reyes españoles en los siglos subsiguientes para los
habitantes de los “pueblos de indios” aledaños a Cumaná (Guaiqueries y
Chaimas): Altagracia, El Socorro, y San
Juan. Más nunca fue rey español alguno,
rey de los Caribes.
“Mirar de través a un Caribe es pegarle y pegarle es matarlo o exponerse a que nos mate. No hacen más que lo que quieren, cuando ellos quieren y cómo lo quieren. [recopilado por Labat, en: Señore del Caribe. Brito García, L. Pag. 13]
Respecto a “toda aquella gente que fue ignorada por cronistas”, usted tiene
toda la razón. Más quisiera agregar, que toda aquella gente que se quedaron e
hicieron de esta tierra su propia patria, fueron nuestros abuelos; tanto como
los indígenas y los esclavos traídos del África. A todos ellos debemos
aceptarlos con sus aciertos y desaciertos, lo que implica replantearnos ante la
historia como heredero de dolor, crímenes y glorias; y también de sus genes y
de su sangre que a torrentes fluye en nuestras venas.
Badaracco: Cumaná o Puerto de Perlas, en la isla
de la desembocadura del río se inició mucho antes de la llegada de los
dominicos al puerto de la desembocadura del río Chiribichií, la última luenga,
como dice Las Casas (Pag. 81, Tomo I, de su Historia de las Indias) y lo repite
el sabio carupanero Bartolomé Tavera
Acosta, con pequeños errores de escritura en esta palabra, en su obra “Historia de Carúpano” páginas 31
y 37: donde dice:
“Cuando sus primeras incursiones en tierra
firme en la vecindad del río Chiripichi o Chiribichi, cuyo nombre cambiaron los
españoles por el de Manzanares”; y en la 37, lo repite, también con error, como
todos los demás que lo han mencionado, por ser difícil de precisar por el oído,
cuando dice:
“En la península pide al Rey la conquista y población de Guayana y Caura, lo que le fue concedido. En 1569 funda Cumaná a orillas del río Chiripiche el 24 de noviembre…”
Rommel: Alto allí doctor. Usted cita a De Las Casas: “antes de la llegada de los dominicos al puerto de la desembocadura del rio Chiribichií…”, pero no es eso lo que él dice, Bartolomé escribe específicamente: los dominicos fueron al pueblo de Chiribíchi, la penúltima luenga, al cual nombraron Santa Fe. Eso lo escribió un hombre que visitó estas tierras a pocos años de los sucesos, lo dice el bachiller Bartolomé de las Casas: participante y escritor de una extensa obra sobre los primeros hechos en la tierra de gracias… y usted le cree a Tavera Acosta, que desde una silla en Carúpano escribió cuatrocientos años después basándose sólo en su interpretación de los hechos. Le transcribo fielmente a Bartolomé, edición de 1875 (pero tengo copia digital del manuscrito original De Las Casas; por si duda de esa edición):
“Salidos de aquesta isla el Padre dicho y el Clerigo, el padre fray
Pedro de Córdoba, prosiguió su viaje para tierra firme, con cuatro o cinco
religiosos de su Órden, muy buenos sacerdotes, y un fraile lego, y tambien con
los de Sant Francisco; los cuales, puestos en tierra firme, á la punta de
Araya, cuasi frontero de la Margarita, desembarcáronlos con todo su hato, y
dejáronlos alií los marineros. Los franciscos y dominicos hicieron muchas y
afectuosas oraciones, y ayunos y disciplinas, para que nuestro Señor les
alumbrase dónde pararian ó asentarian, y, finalmente, los franciscos asentaron
en el pueblo de Cumana, la última aguda, y los dominicos fueron a asentar 10
leguas abajo, al pueblo de Chiribíchi, la penúltima luenga, al cual nombraron
Sancta Fe”. Ver: Fray
Bartolomé de las Casas. Historia de Las Indias. Imprenta de Miguel
Ginestas, Madrid. 1875. Tomo IV, Pág. 275.
Badaracco: Cumaná ya era un pueblo también antes de iniciarse la construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista, que se construyó por necesidad de proteger a los pobladores españoles y de otras nacionalidades, que concurrieron a explotar la riqueza perlera en sus mares, como lo dice el científico galardonado, Dr. Cesar Lodeiros Feijó, poblada nada menos que por los Señores de Canoa, que pagaban el quinto real.
Rommel: Me pregunto si ahora el Dr. Lodeiro es
fuente documental de los hechos del siglo XVI. Ni Tavera, ni Lodeiro, ni
Badaracco, ni Rommel … lo que nosotros digamos no tiene peso en los hechos …
por ello es que hay que citar sólo la fuente documental o cartográfica. Y si
tomamos la cita de otro que a la vez cita la fuente, hay que hacer la
advertencia. Para no cometer un sacrilegio histórico.
Badaracco: Pero hay un empeño en trastocar los hechos, no sé con qué propósito. Y me pregunto yo ¿Dónde estaban los indios Kaimas? Porque en Cubagua ni en Margarita los había. O es que acaso por esos tiempos existía en Cubagua un puerto poblado que se les ha escapado a los cronistas de la antigua provincia de Venezuela?. Existía por estos contornos un Paraíso como Cumaná, o más atractivo aún, con indígenas amigos y colaboradores que yo desconozca? Por supuesto que los indios estaban en Cumaná, y todos esos historiadores y cronistas que se hacen los que no saben, si saben que los conquistadores no podían formar pueblos sin indios, sin iglesia, sin mujeres, sin agua, sin mano de obra; ni explotar perlas, ni pescar grandes cardúmenes para su alimentación, ni explotar la piedra de Araya, ni negociar el maíz, el casabe, los caracuríes, y esas minucias, que ellos ambicionaban, que solo encontraban en su pueblo amigo de Cumaná.
El fuerte se
construyó no solo para proteger el agua para Cubagua, isla desierta en esos tiempos;
cuando se ordenó su construcción en 1504, cuando se hizo imperativa, pero es verdad, su construcción se tardó a
despecho del Rey, hasta 1520.
Rommel: Apartando lo de la Torre que lo
trataremos más adelante, lo demás puede ser cierto Dr., pero no más KAIMAS, no
le quite la gloria a GUAIQUERÍES y CHAIMAS…
Badaracco: El cronista margariteño Verni Salazar, en su obra Aproximación a la biografía del Capitán de Navío Antonio Díaz, nos dice: "A principios de 1513 los jueces escribieron al Rey que no han encontrado una persona dispuesta a emprender la población de Cubagua, Fernando les contesta que sigan ocupándose del asunto y que él también buscará interesados en Castilla".
Rommel: La fuente de esta afirmación de Verni
Salazar, se puede conseguir en las Cédulas Reales que se emitieron para
contestar a Diego Colón y a los oficiales reales:
-Archivo General de Indias.
Indiferente General 419, libro 4, fo. 162. y fo. 207. En el estudio preliminar
de Otte al Cedulario de la Monarquía Española Relativo a la Isla de Cubagua.
Tomo I. Caracas 1984, pp. XVIII
Badaracco: Al establecerse el rescate regular de
las perlas en Cubagua, según afirma Gonzalo Fernández de Oviedo, ‘’Para 1517
había españoles, aunque pocos, por lo que se infiere que es definitivamente en
este año cuando se comienza con la explotación perlífera en Cubagua y ya en el
golfo de Cariaco estaba las granjas perleras, y traían esclavos negros para
explotarlas, según reconoce Ricardo Castillo Hidalgo, y no tenían interés en ir
hasta Cubagua.
Muchos son los
historiadores que citan a Margarita como si fuese un puerto o un pueblo, no se
dan cuenta de su dimensión, entre ellos Ricardo Castillo Hidalgo. Los Señores de
Canoa eran los dueños de todos los placeres de perlas de nuestros mares
cercanos a Cumaná, ellos llenaban sus grandes barcos y volvían con sus
cargamentos al puerto no se escapaban como hicieron después que decidieron
mudarse para Cubagua en 1521.
También dice el
ilustre cronista del Municipio Antonio Díaz,
que el asiento y hato que poseyó Don Marcelo de Villalobos en Margarita,
en el Valle de San Juan, que es sin duda el primer establecimiento Español en
Margarita. Y anota: ‘’’Este Valle de San
Juan que ya para 1525 se había convertido en hato como lo relata Pablo Ojer en
su libro “La Formación del Oriente Venezolano’’
Rommel: En lo de perlas en Cubagua todos
coinciden, incluso los científicos que como Lodeiro estudian su hábitat y su
biología. Con respecto a las perlas en aguas próximas a Cumaná, tendríamos que
afinar el concepto de lo próximo. En aquella soledad, no creo que Cubagua o sus
placeres perlíferos se considerasen distantes a Cumaná. Pero en esto hay mucha
tela que cortar; respeto sobre manera la investigación de Castillo Hidalgo y
valoro su opinión al respecto, pero hay que investigar más profundo para
asegurar que los placeres primarios estaban en Cumaná y no en Cubagua. Porque
al igual que en el golfo de Paria, en las aguas del interior del golfo de
Cariaco no se han reportados placeres perlíferos susceptibles a la explotación.
Que hable la ciencia y la historia para que nos ilustren en este tema… lo que
sí es seguro es que antes como ahora, los Señores de Canoa eran los dueños de
todo … espero que en el futuro próximo eso también pueda cambiar.
Badaracco: La fundación de Cumaná la han
convertido en una tela de araña, porque no leen a Bartolomé de Las Casas, a
Pedro de Córdoba, a Manzano Manzano, Por eso
a mí me gusta hablar del largo proceso fundacional de Cumaná, por tantos hechos que lo ilustran, ya que su
poblamiento se inició 1504 con la Cédula
de construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista, y el trajín de los
arquitectos, especialistas y obreros, que tardó, porque antes hubo de encontrarse las canteras
de piedra de Araya, organizar su explotación y contratación de la mano de obra Kaima, que al principio fue asalariada; que hicieron
posible la construcción del fuerte que vemos en los dibujos de Castellón, y esa es la fecha en que se inició la
población por españoles del puerto de Cumaná, que ya estaba poblado por los Kaimas caribes, del gran Cacique Cawaná, Don Alonso, que ahí construía sus barcos, como
lo cuenta Las Casas. Él era el mayor constructor de barcos de su reino.
Rommel: Estimado Ramón, si no fuera por los
KAIMAS y CAWANA y las otras cosillas anteriores, esta ciudad que tanto ha
querido, tendría en usted el principal pilar para entender el largo proceso
fundacional que ha experimentado. Incluso pienso que la historia no debe
detenerse por minucias como hombres y nombres. La historia mira las naciones,
los pueblos que habitan regiones y su interrelación entre ellos y con otros.
Que buen regalo sería para Cumaná si un grupo de ciudadanos preocupados por su
historia pudieran escribir con letras de oro (usando palabras suyas anteriores)
la gloria y las miserias de su pasado. Eso fue lo que le tomé literalmente
cuando con tanto entusiasmo nos sugirió insistentemente la idea de la ahora
Academia de la Geo Historia del Estado Sucre.
Badaracco: Sin embargo, nosotros estamos obligados
por las ordenanzas municipales, y nos conformamos con historiar desde la
impetración de las misiones dominicas y franciscanas, por seguir a nuestros
padres, que vinieron a poblar con indios y por cierto que el cacicazgo de Cawaná, era ‘’POBLANTISIMO’’ como lo dicen Trevisan,
López de Gómara, Colón, y describe López de Las Varillas; entre otros.
Por ser poblantísima y ser un reino, o cacicazgo, se fundó la primera escuela en tierra firme del continente, y se inicia el proceso de transculturización y fusión de culturas, y por tener tanta información trascendente; y porque en ese enclave se inició el milagro que he llamado “El Beso de Dios”, la fusión de las dos grandes culturas: la cultura occidental y cristiana y la cultura del Nuevo Mundo, dos culturas milenarias, sintetizadas en una escuela. La impetración de las misiones dominicas y franciscanas en 1515, hicieron ese milagro; y alrededor de las cuales creció la ciudad de Nueva Córdoba. El Cawaná, que quiere decir “gran río” de donde indudablemente viene el nombre de Cumaná; palabra del idioma Chotomaimu, o sea el más utilizado. Cawaná Kiribikií, el gran río Kiribikií –pronunciación Kaima- de esta provincia española de Nueva Andalucía o Cumaná, que fue la primera ciudad que fundó y desarrolló el Imperio Español en el continente americano. Ciudad Sagrada, a la cual no se accedía fácilmente.
Rommel: Dr. présteme nuevamente el libro:
Venezuela Pre-Coloniana de Tavera Acosta.
Y de antemano le digo que prometo no devolverlo. Es el culpable de que
usted haya tomado ese derrotero que lo acerca más al Nepal que a Cumaná… No sé
qué más pueda decirle, pero si borrase los nombres que he resaltado en rojo en
su texto, casi como por magia se convertiría en un valioso texto para el debate
de la historia de Cumaná. A pesar de que la interpretación es libre, usted como
cronista está obligado a respetar la verdad. Bien sabe que la historia de
Tavera está todo chueca y desgarbada.
Badaracco: Veamos cómo nos lo cuentan los regentes
de España, antes de que Carlos Primero ocupara el trono y se valiera por sí
mismo. Porque el Rey Fernando, que murió
en enero de 1516, y Carlos I era menor de edad, los Regentes nos cuentan cómo
se inició la fundación o poblamiento de Cumaná en el Puerto de Las Perlas,
aunque el Rey Fernando ya había ordenado construir un fuerte en ese paraje
primigenio, desde 1504; veamos:
Cédula Real,
fechada en Madrid, l3 de septiembre de 1516, donde se deja constancia de la
consumación de la expedición:
“Por cuanto el Rey, nuestro señor, que haya gloria, deseando que los indios de la Costa de las Perlas, que es la provincia de Cumaná, que se declara desde Cariaco hasta Cuquibacoa, que es en tierra firme, fuesen los indios criados y enseñados en las cosas de nuestra santa fe católica, mandó hacer todas las diligencias necesarias y porque pareció que lo más conveniente y provechoso, era enviar personas religiosas y de muy buena vida a predicar y enseñar a los dichos indios sin otra gente ni manera de fuerza alguna, y para que lo susodicho se pudiese poner en obra, habló con el devoto padre Alonso de Loaiza, provincial que a la sazón era de la Orden de Santo Domingo, y con su acuerdo y parecer y mandamiento, y por voluntad del devoto fray Pedro de Córdoba, vicario de dicha Orden en la Isla Española, que aceptó de pasar en persona con algunos religiosos de su Orden a la dicha Costa y Provincia de las Perlas a procurar doctrinar y enseñar las cosas de la fe a los indios de ella, y viendo el dicho Rey, la voluntad y celo con que dicho fray Pedro de Córdoba se movía para ir a lo dicho, mandó al Almirante y jueces y oficiales de la dicha isla Española que diesen al dicho fray Pedro de Córdoba una nao en que fuesen él y los frailes que consigo llevase, y que mandasen a los maestres y marineros de tal navío que los llevasen a la parte y lugar que dicho fray Pedro de Córdoba les señalase en la Tierra firme y les diesen los mantenimientos que hubiese menester y ciertos indios para lenguas, cuales el dicho fray Pedro de Córdoba escogiese en la dicha isla Española, y que dende un año que el dicho fray Pedro y los otros frailes fuesen llagados a la dicha tierra firme, el dicho Almirante y jueces y oficiales tuviesen a cargo y cuidado de enviar a saber de ellos, y que mandasen a la persona que fuese a saber de ellos que trajesen uno o dos frailes acá, para que informasen de todo lo que en dicha tierra y provincia y Costa de las Perlas hubiesen hallado y sabido”. El Rey.
Rommel: Qué
buen final, creo que cada vez uno se enamora más de la historia de esta tierra.
Perdone mis palabras soeces y ligeras, ninguna de ellas es saeta contra nuestra
amistad. Lo que le digo es porque le aprecio, no ando por allí glosando a
nadie, ni creo que soy repositorio de verdades. Ni erudito, ni ilustrado, ni
egoísta, ni creído, ni endiosado, ni celoso … quizás tonto y mediocre … pero
nunca cretino, estúpido, o infame.
Su amigo que le aprecia Rommel José
Contreras Gaspar