martes, 14 de octubre de 2014

EL TITULO DE LIBERTADOR

Dos ciudades se arrogan la primacía de haber otorgado el título de Libertador a Simón Bolívar. La ciudad de Mérida, el 23 de mayo de 1813, y la ciudad de Caracas, el 14 de octubre de 1813. En ambos actos se señala al doctor Cristóbal Mendoza, primer Presidente de Venezuela, como proponente de tan glorioso discernimiento. Sin embargo, todo concurre a determinar que en verdad fue Caracas, la que oficialmente distinguió a Bolívar con el título, que lo proyecta hacia la posteridad como el Libertador, título el más glorioso que ostenta hombre alguno, en medio de descubridores, conquistadores, colonizadores y luchadores de todo tipo, muchos de ellos, sin duda, cubiertos de gloria.

Obviamente, a su paso por muchos pueblos en su marcha exitosa desde Cúcuta hasta Caracas, históricamente bautizada como la Campaña Admirable, Bolívar recibió los vítores con que se acostumbraba saludar a los jefes victoriosos, en medio del entusiasmo popular.

¿Recibió Bolívar en Mérida el título de Libertador? Es la pregunta que acuciosamente intenta responder el distinguido historiador Manuel Pérez Vila. En su trabajo con ese título, publicado en ANGOSTURA, Revista Venezolana de Historia, de la Universidad de Carabobo, Nº 1, Julio-Diciembre, 1990, hace importantes consideraciones al respecto.

Según lo apuntado por Pérez Vila, todo parece indicar que el título de Libertador adjudicado a Bolívar en Mérida no se ajusta a la verdad histórica, sostenido sólo a una tradición, cuyo origen y fundamento no se documenta, pero se repetía en el tiempo, siendo luego oficializada como tal en 1913, por el escritor merideño Don Tulio Febres Cordero, en el centenario de la fecha. Mientras que en Caracas, si hay una declaración oficial, el 14 de octubre de 1813, y a partir de ese momento el título de Libertador, lo utiliza Bolívar por sí propio, y aparece en la documentación oficial referida a los actos de Bolívar. Antes de esto, recalca Pérez Vila, Bolívar se refería a la acción libertadora del Ejército Libertador. 

En su estudio, con sólida base documental analizada, Pérez Vila argumenta que no existe ningún documento coetáneo que demuestre que en Mérida Bolívar haya recibido oficialmente el título de Libertador; que de los documentos coetáneos examinados se deducen más bien indicios contrarios a tal posibilidad; que ni el Libertador ni sus más cercanos colaboradores de aquellos días merideños, Urdaneta y Mendoza, mencionan en sus escritos que ello hubiese ocurrido; que los historiadores de los siglos XIX y XX , al referirse a tal hecho concreto no aducen ningún testimonio documental; que quien le da a esta tradición su forma definitiva es el polígrafo merideño Tulio Febres Cordero, que en diversos estudios escritos en 1913 difunde la idea de que en la plaza pública de Mérida Bolívar fue proclamado Libertador y que Cristóbal Mendoza fue el autor de la idea; que en esos estudios, Febres Cordero no ofrece prueba documental ni testimonial alguna, de la tradición en sí, ni de la declaración oficial; que Bolívar no usa el título de Libertador sino después de que el mismo le es conferido en Caracas el 14 de octubre de 1813. Por tales razones, el historiador Pérez Vila alega que fue en Caracas, y no en Mérida donde a Bolívar se le reconoce por primera vez el título de Libertador de Venezuela, que Bolívar lo agradece enorgullecido, y desde entonces lo utiliza como tal en el encabezamiento de sus documentos, y que con el tiempo se institucionalizó simplemente como el Libertador.

Lo que sí es cierto, que al otorgarle La Municipalidad de Caracas, tal título, Bolívar lo engrandeció con su obra, convirtiéndolo en el signo verdadero de su acción, materializándose como el libertador de cinco naciones, y expresándolo como su mayor orgullo, al saludarlo y reconocerlo como tal los pueblos, lo convirtió en su timbre de gloria, sin degradarlo; antes bien lo utiliza como su escudo, para la mayor defensa de su gloria, cuando en días aciagos amigos y enemigos lo instaban a que se sentara en el trono, pasando a la posteridad para su gloria mayor, singularmente como el Libertador.

El título de Libertador resplandece como presea de gloria sobre las sienes de Simón Bolívar, y como hijo de Venezuela, con mil leguas entre sus brazos, desde las playas ardientes del Orinoco hasta las alturas del Potosí.


por: Gilberto J. López

No hay comentarios:

Publicar un comentario