jueves, 16 de octubre de 2014

LA CUMANÁ HEROICA DE 1814


En 1814 la ciudad de Cumaná sufrió los azotes de la guerra de la independencia, con varios combates de resultados desiguales, el mal gobierno realista y las venganzas y vejaciones contra la población indefensa. Allí destacan:

Batalla de El Salado:

Después de la victoria en Aragua de Barcelona, los realistas decidieron perseguir a los patriotas por tierra y mar hacia Cumaná, a la cual “…llegan al sitio de Los Bordones el 15 de octubre de 1814 con unos 3.000 hombres. Piar, le opone 1.500 hombres, desarrollándose una batalla campal en la sabana de El Salado, sitio ubicado entre el mar y la ciudad. Piar es derrotado y huyó hacia Maturín con pocos oficiales y soldados. El 16 de octubre entra Boves a la ciudad. Se calcula en más de 2.000 víctimas los asesinados” (Gómez, 1981, p. 117). Sin desmerecer la bravura de los llaneros opositores y sus estrategas, buena parte del ejército de Piar procedía de la Emigración de Oriente y de los fugados de Aragua de Barcelona. Fue la única vez que perdió una batalla en espacio abierto el audaz curazoleño- venezolano, general Manuel Piar.

Cierre naval:

Triunfante los españoles en tierra desarrollaron en diciembre de 1814 el cierre de los puertos más importantes del Oriente del país a fin de evitar la fuga de los patriotas hacia el Caribe, muchas de estas personas lograron evadir el cerco y embarcarse hacia Nueva Granada, las Antillas (Jamaica, Saint Tomas y Haití) y Trinidad, a esperar tiempos mejores en 1815.

Las mujeres heroicas de Cumaná-1814:

En los enfrentamientos del año 1814 destacó la presencia de la mujer, al lado de sus padres, esposos, hermanos e hijos. El deseo de libertad política y económica insufló un espíritu de unión patriótica contra el régimen colonial español. Tuvieron una actuación relevante varias mujeres en la república en guerra:
- Magdalena de Sucre: “Según la tradición, oral y recogida en algunos textos, fue a dar a la isla de Arichuna con su maltrecha humanidad, esta hermana del Mariscal Antonio José de Sucre en 1814, después que Boves atacó y se apoderó de la ciudad de Cumaná” (http://guaricopina.blogspot.com/2010/05/isla-de-arichuna-o-isla-de-las-mujeres.html, Consulta 14-9-2014).
- Micaela Mejías, Teresa Prado y Cesárea Sánchez. Desde Cumaná fueron trasladadas a la isla de Arichuna en el río Apure. Campo de concentración para mujeres creado por los realistas en 1813.
- Concepción Mariño. Hermana de Santiago Mariño. Desde el islote de Chacahacare, frente a las costas de Trinidad, apoyó entre 1813- 1821 a la causa patriota.
- María De las Nieves Polo. Vecina de Barcelona, huyendo de la guerra migró con su familia de la Provincia de Barcelona hacia Cumaná.
- Francisca María de Acuña. De Cumaná, su hijo fue acuchillado por realistas en 1814, estuvo presa con su hija y falleció luego de libertada en 1815.
- María Isabel De la Cova. De Cumaná, su hijo enfermo de elefantiasis fue asesinado en el Leprosorio de Cumaná 1814.
Otro aspecto digno de destacar fue el trato que sufrieron las mujeres procedentes de familias ricas siendo secuestradas y enviadas entre 1813- 1814 por Boves a la isla de Arichuna hoy llamada isla Apurito en el río Apure. De acuerdo al cronista Argenis Méndez Echenique, era una “…especie de campo de concentración creado por el sanguinario asturiano en esta inhóspita ínsula, para mantener cautivas a todas las mujeres blancas que lograba capturar. Muchas fueron las heroínas anónimas que sembraron sus huesos en ese lugar, para entonces, plagado de fieras e innumerables incomodidades”. (http://guaricopina.blogspot.com/2010/05/isla-de-arichuna-o-isla-de-las-mujeres.html, Consulta 14-9-2014). El objeto principal del encierro era pedir rescate a sus parientes o de amilanar y manipular a los familiares de estas para que se apartaran del ejército patriota.



En síntesis, la actuación en el mundo político y de los conflictos tuvo diferentes manifestaciones comenzando por su solidaridad automática con sus respectivas parejas y sus familiares más cercanos: 

“La participación de las mujeres estuvo –en la mayoría de los casos- ligada al apoyo a familiares, las mujeres partían a la guerra con sus compañeros, cargando sus hijos, sus ollas, sus ropas y las pocas pertenencias del hogar. Estas camaradas de batalla, determinantes en un momento dado, no sólo no fueron valoradas, fueron invisibles y aún siguen así. Avanzadoras, troperas, soldaderas, rabonas, vivanderas, juanas, fueron inseparables de los ejércitos y el mejor sostén con que podía contar el campesino soldado. Fueron multitud de mujeres del pueblo anónimas y olvidadas, sus nombres desaparecieron a medida que las batallas avanzaban. A la retaguardia de todos los ejércitos iban las mujeres” (Carosio, 2010, p. 25).


CONCLUSIONES:

Los actos sangrientos contra la población no beligerante mostraron el rostro canalla, terrorífico y antihumano de los defensores de la causa española, contrario a los convenios sobre la regularización o la formalización de las guerras, y de las creencias católicas. Se estima a 1814 como el año más sangriento en la guerra de independencia. En esos eventos bélicos perdieron la vida venezolanos insignes y muchas familias fueron arrasadas sin dejar descendencia ni propiedades en pie. Ciudades como Cumaná fueron tomadas por los realistas y sufrieron un ensañamiento vesánico de los jefes y tropas al servicio de la corona española. Hay que destacar el papel relevante de las mujeres por la causa patriota al lado de sus maridos, padres, hermanos y vecinos, con las consecuencias de esto.


FUENTES:

Carosio, Alba (2010). Las mujeres en el proceso independentista, Revista Rebelión, Centro de Estudios de la Mujer (CEM), UCV, Caracas.

Gamboa Cáceres, Teresa (2010). Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, V.15, Nro. 34, junio, Nuestra América contra el imperio Español huellas de la participación de la mujer. Caracas

García, José (2014). Tal día como hoy, Diario VEA, Caracas, pág. 4. 09/02/2014.

Gómez, José (1981). Historia del estado Sucre, Presidencia de la República, Caracas.

Gómez, Joselín (2011). Las mujeres venezolanas construyendo la nación, Memorias de Venezuela, N° 19, Caracas.

Maradei, Constantino (1981). Historia del estado Anzoátegui, Presidencia de la República, Caracas.

Marcano, Pedro Elías (1956). Consectario de la ciudad de Cumaná, Gobernación del estado Sucre, Caracas.

Picón Salas, Mariano (2001). Suma de Venezuela, Fundación Editorial El Perro y La Rana, Caracas.



por:Dr. Andrés Velásquez Márquez

martes, 14 de octubre de 2014

El Coronel José Rivero

El Coronel José Rivero, nativo de Cariaco y a quien el municipio debe su nombre, es atrapado cuando huía de las hordas realista en una curiara desde Soro. Es llevado a Cumaná por órdenes del gobernador Tomás de Cires y condenado a morir fusilado en la plaza ubicada frente al convento de San Francisco que lleva su nombre. Su cuerpo fue descuartizado y sus miembros expuestos en diversas partes de Cumaná, Cariaco y los lugares donde el luchó como manera de escarmentar a los que se opusieran al régimen realista. Su nombre aparece registrado entre los oficiales que intervinieron en la batalla de Maturín en 1813 y fue firmante del Acta de Chacachacare.

por: Félix R. Bejarano

EL TITULO DE LIBERTADOR

Dos ciudades se arrogan la primacía de haber otorgado el título de Libertador a Simón Bolívar. La ciudad de Mérida, el 23 de mayo de 1813, y la ciudad de Caracas, el 14 de octubre de 1813. En ambos actos se señala al doctor Cristóbal Mendoza, primer Presidente de Venezuela, como proponente de tan glorioso discernimiento. Sin embargo, todo concurre a determinar que en verdad fue Caracas, la que oficialmente distinguió a Bolívar con el título, que lo proyecta hacia la posteridad como el Libertador, título el más glorioso que ostenta hombre alguno, en medio de descubridores, conquistadores, colonizadores y luchadores de todo tipo, muchos de ellos, sin duda, cubiertos de gloria.

Obviamente, a su paso por muchos pueblos en su marcha exitosa desde Cúcuta hasta Caracas, históricamente bautizada como la Campaña Admirable, Bolívar recibió los vítores con que se acostumbraba saludar a los jefes victoriosos, en medio del entusiasmo popular.

¿Recibió Bolívar en Mérida el título de Libertador? Es la pregunta que acuciosamente intenta responder el distinguido historiador Manuel Pérez Vila. En su trabajo con ese título, publicado en ANGOSTURA, Revista Venezolana de Historia, de la Universidad de Carabobo, Nº 1, Julio-Diciembre, 1990, hace importantes consideraciones al respecto.

Según lo apuntado por Pérez Vila, todo parece indicar que el título de Libertador adjudicado a Bolívar en Mérida no se ajusta a la verdad histórica, sostenido sólo a una tradición, cuyo origen y fundamento no se documenta, pero se repetía en el tiempo, siendo luego oficializada como tal en 1913, por el escritor merideño Don Tulio Febres Cordero, en el centenario de la fecha. Mientras que en Caracas, si hay una declaración oficial, el 14 de octubre de 1813, y a partir de ese momento el título de Libertador, lo utiliza Bolívar por sí propio, y aparece en la documentación oficial referida a los actos de Bolívar. Antes de esto, recalca Pérez Vila, Bolívar se refería a la acción libertadora del Ejército Libertador. 

En su estudio, con sólida base documental analizada, Pérez Vila argumenta que no existe ningún documento coetáneo que demuestre que en Mérida Bolívar haya recibido oficialmente el título de Libertador; que de los documentos coetáneos examinados se deducen más bien indicios contrarios a tal posibilidad; que ni el Libertador ni sus más cercanos colaboradores de aquellos días merideños, Urdaneta y Mendoza, mencionan en sus escritos que ello hubiese ocurrido; que los historiadores de los siglos XIX y XX , al referirse a tal hecho concreto no aducen ningún testimonio documental; que quien le da a esta tradición su forma definitiva es el polígrafo merideño Tulio Febres Cordero, que en diversos estudios escritos en 1913 difunde la idea de que en la plaza pública de Mérida Bolívar fue proclamado Libertador y que Cristóbal Mendoza fue el autor de la idea; que en esos estudios, Febres Cordero no ofrece prueba documental ni testimonial alguna, de la tradición en sí, ni de la declaración oficial; que Bolívar no usa el título de Libertador sino después de que el mismo le es conferido en Caracas el 14 de octubre de 1813. Por tales razones, el historiador Pérez Vila alega que fue en Caracas, y no en Mérida donde a Bolívar se le reconoce por primera vez el título de Libertador de Venezuela, que Bolívar lo agradece enorgullecido, y desde entonces lo utiliza como tal en el encabezamiento de sus documentos, y que con el tiempo se institucionalizó simplemente como el Libertador.

Lo que sí es cierto, que al otorgarle La Municipalidad de Caracas, tal título, Bolívar lo engrandeció con su obra, convirtiéndolo en el signo verdadero de su acción, materializándose como el libertador de cinco naciones, y expresándolo como su mayor orgullo, al saludarlo y reconocerlo como tal los pueblos, lo convirtió en su timbre de gloria, sin degradarlo; antes bien lo utiliza como su escudo, para la mayor defensa de su gloria, cuando en días aciagos amigos y enemigos lo instaban a que se sentara en el trono, pasando a la posteridad para su gloria mayor, singularmente como el Libertador.

El título de Libertador resplandece como presea de gloria sobre las sienes de Simón Bolívar, y como hijo de Venezuela, con mil leguas entre sus brazos, desde las playas ardientes del Orinoco hasta las alturas del Potosí.


por: Gilberto J. López

martes, 7 de octubre de 2014

Marco Antonio Saluzzo

Afamado poeta y orador.  En  esta fecha nació este  hijo ilustre de Cumaná. Fueron sus padres don Agustín Saluzzo y Crispina Castiya. Se unió en él el talento, la educación, la sabiduría y la modestia. Brilló como orador y se le tiene entre los mejores de Venezuela. Dejó a su muerte una producción literaria abundante y selecta: Las Mesenianas, Esbozos y Versiones, Estudio sumarios acerca de la literatura Hebraica, Los tres máximos oradores griegos. Tradujo del francés el drama de Copée titulado Severo Torrell””.

Ocupó importantes destinos en la administración pública nacional: Ministro de Relaciones Exteriores, Embajador en España. Miembro fundador de las Academias de la Lengua y de la Historia. Una escuela de Cumana horna su nombre. Cumana le debe el bronce que lo eternice y cante sus hazañas. 


por: Hernán Muñoz Villafuerte

viernes, 26 de septiembre de 2014

El Final de Aguirre y de sus Marañones

Como primer mártir de la libertad de América, Lope de a Aguirre está por descubrir y rehabilitar
Ramón J. Sender[a]


El Marqués de Cañete virrey del Perú, organizó una expedición con el objeto de encontrar las ricas tierras de Omagua y Dorado (provincias fantásticas e imaginarias). Para esa empresa en 1559 comisionó al experimentado capitán Pedro de Ursúa Navarro, nombrándole Gobernador de las tierras por descubrir. Ursúa construye varios bergantines, con los cuales pretende bajar desde el Perú por el río Marañón (el Amazonas)[i], hasta encontrar su imaginaria jurisdicción para asentar su campo y Real, y señorear sobre tierras y hombres; para la grandeza de Felipe II, emperador del imperio español «el Prudente»; flamante pretensión del gobernador Ursúa: «vencedor de indios y negros» en este lado del mundo.

Los bandos publicados en Lima y sus alrededores, permitieron reunir 300 soldados, el doble de indios, y un decimo de negros. La expedición inicia la larga jornada el 26 de septiembre de 1560, y al paso por el pueblo de los motilones (el 1 de enero de 1561), una conspiración propiciada por Lope de Aguirre  termina con la vida de Ursúa; una más de la cadena de muertes que ensombreció para la historia aquella expedición conocida como la de los marañones, primera rebeldía manifiesta y de carácter regional en tierras americanas contra la corona española.

Diez meses después, en el ocaso, además de la muerte de gobernador Pedro de Ursúa y  del Teniente de Gobernador de Margarita Juan Gómez de Villandrando[b], los marañones habían ejecutado o dado muerte a un sacerdote y dos religiosos, cinco mujeres, y un número indeterminado de naturales, que fueron quedando sin vida en las riberas de su largo recorrido amazónico, en la isla de Margarita, y en Tierra Firme. Al final de sus andanzas Lope de Aguirre (que pretendía regresar al Perú pasando por Nombre de Dios, en Panamá), tuerce su rumbo hacia Borburata para alcanzar su cometido desde allí. En Barquisimeto es cercado y reducido, por tropas del capitán Diego García de Paredes, al verse imposibilitado de regresar a El Perú y próxima su muerte, en una acción siniestra y envalentonada hiere de muerte a su hija (para salvarla del escarnio y del desprecio).

A pesar de la intención de apresarlo con vida, Lope de Aguirre dejó de existir el 27 de octubre de 1561, por par de arcabuzazos que impactaron en su pecho disparados por manos de dos de sus compañeros de fechoría que se habían pasado a la bandera del rey; Cristóbal Galindo y Custodio Hernández, «su muy amigo» quien le cercena  la cabeza  y la ofrece al Gobernador Collado. Este ordena hacer cuartos del despojo y ponerlos en caminos alrededor de la ciudad de Barquisimeto (como era costumbre); la cabeza fue llevada al Tocuyo y exhibida en el rollo de la plaza real en una jaula de hierro, la mano derecha fue enviada a Mérida y la izquierda a Valencia. Aguirre dijo tres días antes de su muerte: “si yo tengo que ser desbaratado en esta provincia de Venezuela, ni creo en la fe de Dios ni en la secta de Mahoma ni Lutero ni la gentilidad, ni tengo que hay más de nacer y morir”[ii].

Aguirre ejecutado apresuradamente por dos de sus hombres, se lleva a la tumba el cumuló de sus crímenes; y también los de sus marañones. Antes de la muerte del caudillo, muchos de sus hombres (en grupo) se pasaron al campo y real de García Paredes, bajo la promesa de no castigar sus crímenes y no regresarlos a España. Promesa respetada y aumentada por el gobernador de la Provincia de Venezuela; Collado, quien perdona el cúmulo de fechorías cometidas como marañones, a todos los que abandonaran a El Tirano.  Mediante Cédula Real (en nombre del rey, pero sin su consulta), Collado les da licencia para que fuesen donde quisieran, con la condición de que se desperdigaran por muchas partes de la Tierra Firme, “que fueron semillas sembradas de rebeliones y alzamiento” [iii].

 La expedición capitaneada por el tirano y peregrino Lope de Aguirre fue la causa del arrase de cuatro pueblos de españoles, y de un estado de conmoción general «miedo y terror» en las provincias españolas ultramarinas, de Venezuela y Nueva Andalucía (Cumaná), temor que se extendió cuan huracán por toda la costa hasta Panamá, y Santo Domingo en la Española (República Dominicana), donde las autoridades de la Audiencia Real, se ven obligadas a actuar ante la presunción de que hombres tan depreciables y dispuestos tocasen sus puertos.

Felipe II, al tener noticias del perdón general otorgado a los marañones, despacha desde Madrid en 1562, Cédulas a todas las provincias de Indias “para que prendiesen a todos los marañones, dondequiera que los hallasen, y se los enviasen a España, a donde no llegó ninguno por haberse sabido bien guardar”[iv]. Lo que no quiere decir que no se hiciere justicia con algunos; pero otros tantos se desparramaron incorporándose a la naciente sociedad y pueblos de la época, compartiendo vicisitudes básicamente relacionadas con los oficios de guerra contra los naturales de la provincia de Venezuela  (confederados bajo el mando del cacique Guaicaipuro); y más allá, entre ellas las aun no conquistadas provincias orientales.

El viernes 7 de noviembre de 1561, desde el puerto de Santo Domingo parte la expedición de castigo contra Lope de Aguirre y sus marañones, capitaneada por Juan Hojeda quien «ofreció sus dos navíos y su persona, sin sueldo para la jornada»[v], cuatro navíos la conforman: dos de Hojeda, uno del Provincial Montesino, y el otro de Doña Aldonza Manrique (gobernadora titular de Margarita). Estaba integrada por un total de doscientos veinte hombres «bien aparejado de artillería, municiones, y mantenimiento»[vi] mientras que Aguirre a su llegada a Borburata viene acompañado de «160 arcabuceros, 20 negros que son los ejecutores de sus crueldades, 200 indios, hombres y mujeres, 6 piezas de artillería de bronce, gran cantidad de municiones, pólvora y salitre»[vii] ; Ursua había salido con 300 soldados, 600 indios y 30 negros.

Meses después, no muy lejos de Madrid, en la capilla del Monasterio de San Lorenzo del Escorial, inmensa mole mandada a construir en forma de parrilla invertida (San Lorenzo, diácono mártir, murió asado en una parrilla) por Felipe II, el taciturno monarca interrumpe brevemente sus rezos para escuchar la noticia que le llega desde América: El traidor Lope de Aguirre, "la ira de Dios", ha muerto. Felipe de Austria no deja traslucir su complacencia y sólo acierta a musitar: "Contra el Rey de España es posible que se rebele impunemente cualquiera de sus súbditos. Pero contra Dios, eso es imposible. Porque siempre habrá un castigo para el insensato que incurra en semejante desatino"[viii]

Aguirre es un meteoro en la medianía del siglo XVI, rasga el velo de silencio y de conquista en el oriente de Tierra Firme, su paso y estadía en Margarita precipita el poblamiento de la costa cumanesa; pretendida inicialmente por franciscanos, dominicos, cubaguenses y margariteñós; también por portugueses, ingleses, holandeses, y franceses.

por:  Rommel Contreras



[i] Nectario María. Diego García de Paredes, Pág. 442.
[ii] Vázquez, Francisco. El Dorado: Crónica de la expedición de Pedro de Ursúa y Lope  Aguirre. Alianza Editorial, 1987.
[iii] Fray Pedro Simón Noticias e Historiales de Venezuela, T. II. Pág. 310.
[iv] Ídem, Pág. 310, nota 146.
[v] NECTARIO MARÍA, OBRA CITADA, Pág. 465.
[vi] Ídem Pág. 465.
[vii] Ídem Pág. 466. Original en:  AGI, Santo Domingo, 71. Tomo I, Fol. 197
[ix] Silva Montañes, Ismael. Hombres y Mujeres del siglo XVI venezolano, Tomo IV, Pág. 111.
[x] Oviedo y Baños. Historia de la conquista y población de la provincia de Venezuela. Pág. 360.
[xi] Expresión del Provincial Burgales en carta desde Santo Domingo el 11-6-1556. En: Ojer, obra citada. Pág. 216.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Nace la MATEA, la maestra de Bolívar - el 21 de septiembre de 1773


Siendo niña fue a vivir al hato El Totumo, propiedad de la familia Bolívar, ubicado en San Mateo. Allí vivió toda su juventud encargándose de las labores de la hacienda. Cuando nació Simón Bolívar se convirtió en su aya y compañera de juegos, cuidándolo y encargándose de su crianza. Presenció el ataque de las tropas realistas comandadas por Boves y el sacrificio de Antonio Ricaurte en el ingenio de la familia Bolívar en vísperas de la Independencia.

En 1821 se traslada a la vivienda de María Antonia Bolívar en Caracas.  A los 103 años de edad fue invitada por el general Antonio Guzmán Blanco al Panteón Nacional para rendir honores al sarcófago del Libertador. Muere a los 110 años. Sus restos reposan en la cripta familiar de los Bolívar ubicada en la catedral de Caracas.


En 1886, muere en Caracas la negra Matea, encargada de la crianza de El Libertador.

sábado, 20 de septiembre de 2014

LA GUERRA A MUERTE EN CUMANA

Por orden de Mariño y Bermúdez, son fusilados en la sabaneta de El Barbudo en Cumaná, 169 realistas entre los cuales figuraban prominentes personajes de la ciudad capital de la Provincia de Nueva Andalucía recién liberada por las fuerzas patriotas de Santiago Mariño, entre los cuales podemos mencionar a: Don José de Torruellas, don Santiago de Capdeviela, don Juan Francisco de Alba, don José Raposo, don José Avellanes, don Domingo Bosch, don Manuel Roche, don Domingo de Torres, don Rafael Lovera, don Jaime de Sans, y don Jaime Rivas; también fueros ejecutados los colaboracionistas cumaneses: don José María Fernández, don Antonio Blanco, don Juan Totesau, y don José María Núñez. Todos ellos culpables de perseguir con saña a los patriotas.


por: Hernán Muñoz Villafuerte

jueves, 18 de septiembre de 2014

LAS CLASES SUPERIORES DE CUMANA.

Por Cédula Real del 20 de septiembre de 1782, se fundan las clases de Teología Moral, Filosofía y Derecho Civil que venía dictando el padre Blas de Ribera y el Dr. Antonio de Talavera. 

La investigación que hizo nuestro antiguo cronista fray José Antonio Ramos Martínez, sobre las clases de filosofía en Cumaná, publicada en su obra cumbre: “Memorias para la Historia de Cumaná y la Nueva Andalucía”, son de gran importancia, porque da una idea del avance cultural de la sociedad de aquella época; por ejemplo dice: “Dicha clase fue establecida por Real orden de 24 de diciembre de 1759 con la asignación de 200 pesos anuales que constantemente recibieron sus preceptores hasta 1810.. Siete años antes el padre Blas de Rivera las habia organizado a sus expensas. 

El mismo Ramos Martínez, trae el texto de la Cédula Real del 20-09-1782;. en este texto podemos apreciar la verdadera historia documental de las clases superiores de Filosofía y Teología, en Cumaná., que podemos resumir así: a) Que ya en Cumaná, cuando el padre Blas de Rivera, dicto sus cursos, existían las clases de gramática y latín, o sea primaria y secundaria, eran tan antiguas como la misma ciudad; porque al ordenar la apertura de esas clases, se dice: “movido del celo pátriense y con autoridad pública, conforme a la escuela tomista, por espacio de tres años, a varios jóvenes bien instruidos en latinidad.. etc. Lo que significa que ya exitían, para esa fecha ya Cristóbal de Quesada dictaba sus clases, y Andrés Bello lo consideraba el mejor latinista de América. 

Andrés Level Allen, por ejemplo, hablaba varios idiomas y se entendía en latín y griego.

por: Hernán Muñoz Villafuerte

martes, 16 de septiembre de 2014

Periódico “EL CUMANES”

16-09-1855.- Periódico “EL CUMANES” de José Silverio González, sale a la calle en esta fecha con un  tema intranquilizador, se pregunta:

“¿El Pueblo y el gobierno desean sinceramente la paz?  Pues ni paz ni unión habrá sin olvido de lo pasado; y, confesémoslo noblemente, donde todos hemos delinquido, la amnistía es necesaria”.

Se destaca este insigne maestro en el periodismo, edita “El Tribuno”, “El Observador”, “El Telégrafo” “La Mosca” “La Diana”, “Renacimiento”  y “El Cumanés”, colaboró intensamente con Estanislao Rendón y el Partido Liberal en “El Republicano” de Blas Bruzual,  en los cuales predica su credo liberal y apoya la candidatura presidencial de Estanislao Rendón y Guzmán Blanco.

En sus periódicos “La Diana” y “El Cumanés”, publica su tratado de “Política”, “La Sección Filológica”, su tratado de “Culto Divino”, y su “Decapitación de Cumaná” contra la dinastía Monagas, donde se queja y dice que:

 “La juventud actual vejeta meticulosa y egoísta, no brinda esperanzas de ventura, no ama la gloria que es una ambición noble de los corazones grades, de los talentos superiores, de las almas elevadas”. … 
”Los pueblos como los individuos viven una vida moral, que no se alimenta de pan sino de creencias, de verdades, de honor, de heroísmo, de santidad; y cuando esta vida  enflaquece  se pierden los individuos  y los pueblos quedan reducidos a la vida puramente animal o de cálculo”. 
Y denuncia valientemente a los agresores de nuestro pueblo, los  Monagas:

“todos quisieron remitirnos oportunos socorros –se refiere al terremoto de 1853-  Caracas, La Guaira, Guayana, vivirán eternamente en nuestro corazón  agradecido…. Solo la horrible dinastía lejos de favorecernos, de oír nuestros gemidos estorbó el envío de los subsidios de Barcelona, privó a Cumaná de su Aduana y de los pingues productos de su salina…”
José Silverio González, fue un espíritu superior, músico, poeta, guerrero, político, todo en grado superlativo,   nos dejó un legado escrito aunque disperso, no solo en los periódicos, boletines, cartas, discursos y revistas, sino también en acciones importantes y trascendentes; varios textos que se conservan sobre “Métrica Castellana”,  “Lexigrafía” “Contabilidad” y su “Teneduría de Libros”, personalmente guardo como un tesoro ejemplares de sus periódicos “La Diana y El Cumanés”.


 por: Ramón Badaracco

martes, 9 de septiembre de 2014

CREACION DE LA CAPITANIA GENERAL DE VENEZUELA

 Por Cédula Real de esta fecha, la provincia de Nueva Andalucía es separada del Virreinato de Nueva Granada, y con las provincias de Caracas, Maracaibo y Guayana, y las islas de Margarita y Trinidad, se constituye la Capitanía General de Venezuela.  Las provincias que estuvieron bajo su jurisdicción tras su creación y organización fueron:
La Provincia de Cumaná: Según Cédula Real de 5 de Mayo de 1568 (sin embargo ya se le conocía desde 1504 con ese nombre)  por la cual se crea la provincia de Nueva Andalucía, cuya capital fue la ciudad de Cumaná, Primogénita del Continente Americano, fundada por Pedro de Córdoba el 27 de noviembre de 1515. La ciudad de Cumaná, fue en principio un pueblo formado por explotadores de perlas por lo cual se le llamó Puerto de Perlas desde 1504,  cuando el Rey Fernando el Católico, ordenó la construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista, para proteger la explotación de perlas. En 1513, llega a Cumaná Fray Pedro de Córdoba con misioneros dominicos, y en 1515, vuelve este misionero con otra expedición formada con dominicos y franciscanos; estos construyen sus conventos e iglesias, y en 1519, los regentes del Imperio, logran crear la diócesis de Paria con sede apostólica en Cumaná. 
Se construyen cinco iglesias más y se funda la primera escuela para niños indígenas en el territorio continental. Entre tanto continuaba la construcción del fuerte y la explotación de piedras en las canteras de Araya, el fuerte fue terminado por Bartolomé de Las Casas y Jácome Castellón, con lo cual se pudo proteger la explotación de Perlas, que fue la primera riqueza que obtuvo el imperio español en América continental.    
En 1633 Juan de Orpín estableció la gobernación de Nueva Cataluña con partes de las gobernaciones de Venezuela y de Nueva Andalucía, entre el cabo Codera y el río Orinoco, fundando Barcelona el 12 de febrero de 1638. En 1654 Nueva Cataluña o gobernación de Barcelona, se integra a Nueva Andalucía. Hacia 1726 estaba integrada por los territorios de Cumaná, Guayana, Barcelona y la isla de Trinidad. Hasta 1739 dependió de la Audiencia de Santo Domingo y hasta 1777 de la de Santa Fe de B
La [  ]Provincia de Venezuela: creada el 27 de marzo de 1528 y sus primeras capitales fueron Coro (se lo conoció como Provincia de Coro o de Venezuela indistintamente en la documentación oficial) y El Tocuyo, durante la conquista del territorio. Los límites de esta provincia se extendían desde el Cabo de la Vela en la Guajira (Colombia) hasta Maracapana, en el oriente de Venezuela. El primer gobernador y capitán general fue el alemán Ambrosio Alfínger, representante de los Welser de Augsburgo, quienes conservaron la provincia hasta 1556. Fue también llamada posteriormente como Provincia de Caracas, por el nombre de su principal ciudad y capital, fundada el 25 de julio de 1567, en el valle del mismo nombre, por el conquistador Diego de Losada, después de vencer la fuerte resistencia de los indígenas acaudillados por el Cacique Guaicaipuro. Desde su creación depende de la Real Audiencia de Santo Domingo. En 1717, cuando es creado el Virreinato de Nueva Granada, es incorporada a éste y a la Real Audiencia de Santafé de Bogotá. En 1723 fue suprimido el virreinato pero se mantiene dentro de la jurisdicción de la Audiencia de Bogotá hasta 1726 en que vuelve a Santo Domingo. En 1739 fue restablecido el virreinato de Nueva Granada incorporando a las provincias de Caracas, Maracaibo, Cumaná, Guayana, Río Orinoco, Trinidad y Margarita, pero se mantiene en la jurisdicción de la Audiencia de Santo Domingo. En 1742 la provincia de Venezuela pasa a depender directamente de España, dejando de ser una comandancia general y recuperando su gobernador el rango de capitán general.
Provincia de Trinidad: creada primero en 1532, por el conquistador Antonio Sedeño, fue establecida el 1 de septiembre de 1591 por Antonio de Berrío, quien consolidó la gobernación, el 12 de octubre de 1595, con el nombre de Trinidad-Guayana. Originalmente bajo la jurisdicción de Santo Domingo, posteriormente a su incorporación a la Capitanía General, fue atacada por una flota inglesa, que obtuvo la rendición de la plaza, del gobernador de la isla, el 17 de febrero de 1797 y fue reconocida su ocupación por Tratado de Amiens en el año 1802.
Provincia de Margarita: la isla fue la primera gobernación en Venezuela, fue capitulada por Carlos V el 18 de mayo de 1525 a Marcelo Villalobos. Los descendientes de Villalobos gobernaron hasta 1593, fecha en que el rey pasa a nombrar a los gobernadores de Margarita.
Provincia de Guayana: también conocida como Provincia de Angostura, fue creada en 1530 pero no prosperó, refundada el 18 de noviembre de 1568, tampoco prosperó. Fue establecida finalmente el 19 de marzo de 1591 por Antonio de Berrío, formó hasta 1731 una única provincia con Trinidad denominada Trinidad de Guayana. Dependió de Santa Fe de Bogotá. En 1731 Guayana pasa a integrarse a la provincia de Nueva Andalucía. En 1762 adquiere el rango de comandancia de Guayana como una gobernación dependiente de Santa Fe hasta 1786, fecha en que se agrega a la Real Audiencia de Caracas.
Provincia de Maracaibo: la provincia de La Grita fue establecida en 1570, el 30 de junio de 1577 el gobernador de la Provincia del Espíritu Santo de la Grita fundó Barinas bajo el nombre de Altamira de Cáceres. El 10 de diciembre de 1607, Mérida fue separada del corregimiento de Tunja y unida con la gobernación de La Grita formando el corregimiento de Mérida y La Grita, con jurisdicción sobre las ciudades de La Grita, San Cristóbal, Gibraltar, Pedraza y Barinas y bajo dependencia de la Audiencia de Bogotá. El 3 de noviembre de 1622 pasa a ser gobernación de Mérida con Juan Pacheco Maldonado como gobernador. El 31 de diciembre de 1676 Maracaibo (separada de la provincia de Venezuela) y Mérida-La Grita se unen en una gobernación llamada Provincia de Mérida del Espíritu Santo de Maracaibo (capital en Mérida) bajo dependencia de la Audiencia de Santa Fe de Bogotá y luego es conocida como "provincia de Maracaibo" a partir de 1678 cuando esa ciudad pasa a ser capital de la gobernación. En 1777 pasa a la jurisdicción de la Audiencia de Santo Domingo. El 15 de febrero de 1786, Barinas fue erigida como provincia (capital en Barinas) separada de Maracaibo y Trujillo fue transferida a Maracaibo desde la provincia de Venezuela.[3]
Provincia de Barinas: es la última provincia creada antes de la declaración de Independencia de Venezuela. Creada en 1786, al segregarse de la Provincia de Maracaibo y tuvo como capital a la ciudad de Barinas. comprendía los territorios de los actuales estados Barinas y Apure.

La autoridad de la Capitanía General abarcaba los asuntos de índole política, militar y económica, de todas las anteriormente señaladas provincias; sin embargo, las mismas continuaron dependiendo judicialmente de la Real Audiencia de Santo Domingo, y sus gobernadores eran nombrados directamente por la Corona Española.


por: Ramón Badaracco